Banxico

En el Gobierno dicen que si no sube en sondeos, Meade podría ser el reemplazo de Carstens

Aún restan siete meses para que Carstens deje el Banxico pero ya empiezan las apuestas sobre quién lo sucederá.

Agustín Carstens decidió anunciar siete meses antes su partida como gobernador del Banco de México. Entonces se subirá al Banco de Pagos Internacionales (BPI). La ruta de su salida ya generó algunos ruidos al interior de la entidad, pero sobre todas las cosas alimentó las especulaciones sobre su posible sucesor. 

La Política Online reveló que uno de los nombres que suenan fuerte es justamente un cercano a Carstens: se trata de Alejandro Díaz de León, que apenas hace unos dos días fue ratificado en el Senado para sumarse a la Junta de Gobierno, en lo que para muchos fue una suerte de preanuncio de la salida don Agustín.

El razonamiento es obvio: los propios reglamentos del Banxico establecen que será un integrante de la Junta el elegido. Claro, la política si de algo sabe es de atajos. El Gobierno podría nombrar al elegido para que ingrese en la Junta, y luego sí designarlo como gobernador del Banco. Hay tiempo.

El mercado también tiene sus apuestas. Sonaron los nombres de Alejandro Werner, actual director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, también el subgobernador del Banxico, Manuel Ramos-Francia. Y siempre aparece Luis Videgaray, una figura pesada que está "libre" en estos días.

En el Gobierno, sin embargo, empezó a sonar un nombre con fuerza. Fuentes de Hacienda dijeron a LPO que no habría que bajar a José Antonio Meade de ese puesto. 

Los argumentos son sólidos: en Los Pinos saben que Videgaray es un sólido economista, pero demasiado emparentado con el PRI. Fue jefe de campaña, aspirante a la presidencia y también a la gubernatura de Edomex. 

En cambio, figuras como José Antonio Meade y el propio Agustín Carsten lograron instalar un perfil más "trans-partidario", poniendo por encima los resultados de gestiones de estabilidad por encima de los intereses políticos del momento.

"En México, nosotros en el PRI y también los panistas, aprendimos que la estabilidad económica es una de las pocas cosas que está por encima de la guerra electoral. Por eso hay figuras y cuadros técnicos de segundas y terceras líneas que aparecen en los diferentes gobiernos", explicó la misma fuente.

La clave estaría entonces en el desempeño que Meade empiece a mostrar en los sondeos. Si en los próximos seis meses no puede instalarse en la pelea, entonces sería un gran candidato para ir al Banco de México. 

En el mercado no ven descabellada esta idea. Por ejemplo, Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte, lo coloca entre los candidatos más fuertes, aunque no sea de su preferencia: “Sí es un candidato natural, pero no lo veo como el ideal”.

Para Cervantes, el trabajo de Meade al frente de Hacienda es impecable, pero consideró que su perfil "es diferente" al que caracteriza a un gobernador. "Es más funcionario ejecutivo que un gobernador de un banco central", opinó.