Licitaciones

Con el Fondo Metropolitano, Torres se consolida como el enlace del Bronco con los alcaldes

Son 906 millones de pesos para obras en los municipios que son controlados por PRI y PAN.

Ayer se comenzaron a conocer los resultados de la licitación del Fondo Metropolitano destinado a obras de infraestructura en los municipios. Son 906 millones que deben ejecutarse porque el sobrante regresa a la Federación. 

Se trata de un presupuesto codiciado por los alcaldes del PRI y del PAN que es controlado por el secretario de Infraestructura Humberto Torres. De este modo el funcionario se revela como el enlace más decisivo de Jaime Rodríguez Calderón con los ediles.

Los alcaldes tienen una fuerte incidencia sobre el Congreso estatal, especialmente Francisco Cienfuegos (Guadalupe), Adrián de la Garza (Monterrey) y Víctor Fuentes (San Nicolás). Torres asegura desplegar un manejo del Fondo Metropolitano más racional que el de administraciones anteriores y que se reparte en base a los proyectos que acerca cada municipio.

Actualmente el funcionario controla todo el gasto en obra pública. Mientras en el Gobierno anterior había 18 dependencias licitando, ahora toda la coordinación del gasto pasa por su oficina. Asegura haber instalado un sistema más transparente para las licitaciones y que ahora ganan obras empresas medianas que antes estaban relegadas por grandes firmas.

Torres está construyendo un vínculo con los partidos que si el Bronco parte a una candidatura presidencial va a ser estratégico, especialmente para que el "independentismo" tenga posibilidades de mantener Nuevo León. Las últimas señales indican que el gobernador dejaría el cargo en mayo para iniciar una recorrida por todo el país.

Del circulo primario del gobernador Torres es quien combina manejo empresario y conocimiento técnico con un fuerte idealismo: es quizás el más convencido de la "causa independiente" pero al mismo tiempo conserva un bajo perfil. Está con el Bronco desde la primera reunión en la cuál se planteó su candidatura a gobernador.

El trato que desarrolla con los alcaldes sumado al que Fernando Elizondo tiene con los legisladores han dejado al secretario de Gobierno Manuél González prácticamente en un "no lugar" ya que este genera rechazo entre los diputados estatales y los federales. Esta semana volvió a sobrevolar la posibilidad de que el funcionario deje su asiento para pasar a desempeñarse como jefe de la Oficina del Gobernador.