Transición presidencial

Rick Perry acerca figuras de Texas al gabinete de Trump: Finanzas, Seguridad y Corte Suprema

Es considerado para Energía o Comercio lo cual le daría un rol clave en la renegociación del TLC.

 El pasado jueves el ex gobernador de Texas Rick Perry tuvo un encuentro de dos horas a solas con Donald Trump en Nueva York. Al día siguiente el nombre del senador Ted Cruz comenzó a circular como potencial candidato a la Corte Suprema, el congresista de Dallas Jeb Hanserling se anotó para la secretaría del Tesoro y el congresista de Austin Michael Mc Coul ahora es considerado como asesor en Seguridad Nacional.

Hasta el momento el gabinete Trump ha encumbrado a figuras de Alabama (Jeff Sessions al Departamento de Justicia), Carolina del Sur (Nikki Haley a la ONU) y Wisconsin (Reince Priebus, jefe de gabinete). Falta un representante de Texas, que es un bastión de los republicanos, de gran peso en el Colegio Electoral y donde Trump ganó por una ventaja mínima en décadas (6 puntos).

El encuentro con Perry tuvo su singularidad porque era la reunión entre un empresario que nunca ejerció un cargo público con el ex gobernador que más tiempo permaneció en el poder en la historia de los Estados Unidos.

Tienen varias ideas en común. Las principales: recortar los impuestos para estimular el mercado interno, hacer una gran reforma de infraestructura e incrementar aún más la autonomía de los estados.

Perry es considerado para múltiples oficinas en el gabinete Trump: Asuntos de Veteranos, Energía e incluso la Secretaría de Comercio que sería clave en la relación con México para renegociar el TLC. En realidad el gobernador, así como las figuras de Texas que este promueve, tienen importancia política por lo que el estado representa pero también económica por la estrecha relación entre los republicanos y la industria energética que funciona en el estado sureño y que es la más influyente del país.

Todos ellos además tienen amistad con Ray Washburne, uno de los recaudadores de campañas más importantes del Partido Republicano. Las cenas de Washburne en su mansión de Highland Park, exclusivo reducto de Dallas, ya son una tradición en la política del estado y en arte de conseguir fondos.