Elecciones 2018

Exclusivo: La guerra entre Los Chuchos y ADN, detrás del acto de los gobernadores del PRD

Héctor Bautista y aliados quieren que Alejandra Barrales controle las candidaturas de 2017 y 2018. La furia de Ortega.

Parece ser que el destino del Partido de la Revolución Democrática (PRD) es la ruptura. Luego de que sus dos únicos ex candidatos presidenciales a las últimas cinco elecciones, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, no militen más en sus filas, ayer los gobernadores perredistas le apostaron a nueva escisión con la figura política mejor posicionada en las encuestas de su instituto político: Miguel Ángel Mancera.

“No lo invitaron [a Mancera]. Ese grupo está haciendo su dinámica, está planteando sus opiniones, lo que resulta positivo para el partido. En el PRD nos llevamos pesado, nos llevamos fuerte y entendamos que esto es parte de nuestra dinámica. A diferencia de otros partidos, en el PRD debatimos de frente”, aseguró la presidenta nacional del Sol Azteca, Alejandra Barrales, sobre la ausencia del Jefe de Gobierno capitalino en la reunión de gobernadores perredistas donde asistieron Graco Ramírez (de Morelos), Silvano Aureoles (de Michoacán), Arturo Núñez (de Tabasco) y Carlos Joaquín González (de Quintana Roo).

De acuerdo con una fuente de LPO dentro del PRD, detrás de este acto público de los gobernadores perredistas en la Ciudad de México se encuentran Jesús Ortega y su Nueva Izquierda, trabajando para recuperar su debilitado control del PRD.

Entre bastidores, se sabía de la prolongación de mandato que convertiría a Alejandra Barrales presidenta nacional del Sol Azteca más allá de julio del próximo año (y durante los procesos electorales de 2017 y 2018), con lo cual cumpliría el trabajo por el que fue promovida desde Alternativa Democrática Nacional (ADN) por Héctor Bautista.

Detrás del acto público de los gobernadores se encuentran Jesús Ortega y su Nueva Izquierda, trabajando para recuperar su debilitado control sobre el PRD.

Quien primero dio la cara tras la reunión de ayer fue el gobernador de Morelos. En entrevista con Carlos Loret de Mola, el mandatario morelense -y actual presidente de la Conago- aclaró que el encuentro de este domingo en la Ciudad de México fue para exigir “piso parejo y reglas claras para las decisiones internas”.

Y pese a que Graco señaló que no tiene “injerencia como militante” en la vida interna del PRD, aseguró esto no significa que “no tenga contacto y que no hable con los liderazgos” del partido. Liderazgos como el de Los Chuchos, quienes no sólo tienen un plan distinto a ADN y a Vanguardia Progresista para 2018 (que incluye alianzas con el PAN), sino que “disputan de nuevo la dirigencia del partido y sus beneficios”, insiste nuestra fuente en el PRD.

“Esta no sólo es una disputa por la candidatura presidencial, también es una candidatura por la correlación de fuerzas dentro del partido, donde Nueva Izquierda no dejará a ADN la dirección del PRD durante los próximos procesos electorales, no están acostumbrados a ser relegados en las presidenciales”, aclara el perredista.

Y compara el juego que Barrales quiere dirigir, pero del que será recomida, con el juego de un viejo actor perredista: “En ADN saben que el juego de Mancera -el independiente- con el PRD no es otro sino el mismo que el de López Obrador, ambos quieren que les den una candidatura presidencial sin negociar, sin perder nada a cambio. Ambos quieren que el PRD les diga: por favor, toma mi propuesta, tú eres mi única carta. Y esta actitud de Mancera ya fastidió a Nueva Izquierda, quienes ya le advirtieron que él no es su única movida”.

“Mancera ha tomado distancia de las decisiones del partido. Él manifiesta y reitera siempre su independencia con respecto al partido y señala que no quiere participar de las propuestas que toma el partido”, aclaró Graco Ramírez, e insistió en que el Jefe de Gobierno no es militante del PRD y, como no le incumben los asuntos del partido, “por eso no fue invitado” a la reunión.

Dijo además que mandatario capitalino es un aspirante que piensa llegar a la presidencia como candidato externo del PRD, por lo que sumarlo al encuentro sólo podría “forzar su postura que conocemos reiteradamente”.

Sin embargo, tres cosas fueron tema de escrutinio entre los analistas políticos. Para empezar, reuniones de mandatarios perredistas ha habido desde el inicio del gobierno de Enrique Peña Nieto, y nunca se había marcado tales distinciones de militancia.

"Mucho éxito al partido, mucha suerte. Me parece que el PRD está haciendo su trabajo", respondió Mancera.

Segundo, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, quien llegó al cargo por una alianza del PAN y el PRD, no es militante ni del PAN ni del PRD.

Y, por último, Alejandra Barrales sí es militante perredista y es la dirigente nacional del instituto, pero como ella misma confirmó: “me enteraron, pero no me invitaron”.

La respuesta del gran ausente en esta junta extraordinaria de gobernadores, Miguel Ángel Mancera, no se hizo esperar. Hoy, por la tarde, el Jefe de Gobierno capitalino fue cuestionado por la presa sobre su posible afiliación al partido del Sol Azteca.

Mancera rechazó tajantemente su incorporación a las filas del perredismo, y al contrario deseó “mucho éxito [al partido], mucha suerte. Me parece que el PRD está haciendo su trabajo. Y lo mejor para los gobernadores que participaron en esta reunión”, abundó el Jefe de Gobierno.