Justicia

Videgaray y Ochoa no lograron imponer a sus candidatos para el Tribunal Electoral

Quedaron fuera de la negociación ejecutada por Osorio Chong. Señales en el PRI.

 La ternas 3 y 7 de los candidatos en el Senado para el la Sala Superior del Tribunal Electoral de la Federación fueron un buen termómetro para conocer el estado de situación dentro del Gobierno. Miguel Angel Osorio fue el negociador designado por Los Pinos y en el reparto de cargos y posiciones Luis Videgaray y Enrique Ochoa quedaron en el bando perdedor.

El resultado esboza en alguna medida el retroceso del ala tecnócrata del Gobierno desde la salida de Videgaray. El ex secretario de Hacienda apoyaba para el Trife a Afredo Ríos Camarena, ex funcionario del IFE y de trato permanente con quien fuera el hombre más decisivo de la administración. Para esa plaza quien terminó elegido fue Reyes Rodríguez Mondragón que fue promocionado por el senador panista Roberto Gil Zuarth.

En tanto en la terna 3 Ochoa tenía como candidato a Marco Antonio Zavala, magistrado de sala regional en Monterrey. El cargo fue para el panista Felipe de la Mata quien llegaba con el apoyo total del ex jefe del Trife Alejandro Luna Ramos.

La ocurrido coincide con los comentarios del interior del Gobierno que aseguran que Videgaray está muy lejos de los asuntos del momento. El ex funcionario parece haber ingresado en una etapa vacacional e incluso días atrás aceptó escuchar el ofrecimiento de una universidad de la costa este de Estados Unidos para integrarse al plantel docente. Una situación que sería muy distinta a como la pintan sus voceros y su entorno que hablan de una figura que no ha perdido un ápice de su poder y que despacha desde una oficina en Lomas de Chapultepec.

El fracaso de Ochoa es más entendible porque su incursión en las arenas políticas es más reciente. Acostumbrado a posiciones jerárquicas en Pemex, la Secretaría de Energía y luego CFE, hasta el momento el resultado de sus giras como líder del PRI no es el mejor. Su mensaje suena demasiado artificial para una formación política que atraviesa un momento de alta complejidad. El resultado de sus distintas visitas les suele dejar a los líderes estatales un sabor a poco. Una falta de músculo político que también su reflejó en la derrota de su candidato Zavala, que al parecer, tres días de la definición ya estaba festejando porque creía tener asegurado el puesto.