Corrupción

Optimista, el padre de Medina pronostica el final de la Operación Tornado y piensa nuevos negocios

Desarrolla un proyecto en San Pedro Garza García y piensa en un restaurante propio.

 Humberto Medina, padre del ex gobernador Rodrigo Medina, se muestra exhultante a su entorno directo. En los últimos días habría asegurado que su hijo ya no tendrá mayores complicaciones judiciales. Asegura que el equipo de Jaime Rodríguez se ha quedado sin argumentos y dice pensar en el futuro. 

Pasa sus días entre Ciudad de México y Texas, supervisa proyectos inmobiliarios (hay uno en marcha en San Pedro Garza García) y quienes lo tratan aseguran que dentro de poco iniciará algún negocio en el rubro gastronómico (conoce sobre el rubro de franquicias de comidas). Dice estar alejado de la política, pero festejó hasta altas horas de la madrugada la salida de Luis Videgaray y de Artistóteles Núñez del Gobierno. Culpaba al primero de instruir al segundo - jefe del SAT - en una pesquisa en su contra.

En Ciudad de México tiene una vida social sin complicaciones, en restaurantes exclusivos suele reunirse con empresarios, abogados y hasta directivos de medios, de hecho cerca del Bronco le atribuyen una serie de notas negativas en los periódicos capitalinos que minan la imagen del gobernador.

En esas tertulias repite a menudo la percepción de que el Bronco no irá de candidato a la presidencia en 2018, que solo utiliza ese argumento para lograr recursos de la Federación y para "que Fernando Elizondo no deje el gobierno desde ahora". Divertido, justifica su tesis con que la vanidad le impediría al candidato ir a una presidencial para lograr un mal resultado.

En paralelo, la avanzada judicial contra el ex gobernador de Nuevo León parece haber perdido rumbo y ya genera poco entuciasmo en el gabinete del Bronco. Allí cuentan que en la audiencia clave contra Medina, el Ministerio Público Fiscal a cargo de Ernsto Canales envió a un abogado menor de 30 años y cuya máxima experiencia era trabajar en casos de lesiones en el municipio de San Nicolás, al norte de Monterrey.

Fue la audiencia de fiasco, en la cual el ex gobernador se libró de los principales casos en su contra. El Estado presentó tres carillas. Era una ocasión para revisar lo actuado por jueces inferiores ante el magistrado Ángel García Guerra. El contenido del texto, según cuentan en el interior del Poder Judicial, era como si el caso todavía estuviera en la primera instancia.

Mañana jueves se reunirán en la oficina de Manuel González, Elizondo, el asesor Aldo Fasci y el subprocurador Ernesto Canales. Suele ser una junta habitual para repasar el estado de situación de los casos contra el ex gobernador. Últimamente cada vez duran menos.