OBRAS

Luna cuida su territorio y se alinea con Morena para cuestionar el tren México-Toluca

Durante la comparecencia del secretario de Obras, Edgar Tungüí, cuestionaron la seguridad en la zona.

La comparecencia arrancó tranquila. Todos los partidos parecían estar alienados para halagar con diferentes argumentos al secretario de Obras y Servicios del DF, Edgar Tungüi. Así desfilaron los legisladores de Encuentro Social, Movimiento Ciudadano, Acción Nacional, PRI y PRD. 

Todo parecía encaminado hacia un discurso unificado, sin ningún obstáculo o crítica incómoda para el funcionario. "Admiramos su trabajo", "Lleva a cabo una de las tareas más difíciles de la Ciudad", "El jefe de Gobierno ha decidido bien en tenerlo en ese puesto" fueran las caricias que sonaban como melodías al oído de Tungüi.

Pero hubo una declaración que llamó a más de uno. Aunque podría haber pasado desapercibido, la polémica por las obras del tren México-Toluca tomó el protagonismo suficiente como para destacarse de todo lo demás.

"Reconocemos la enorme cantidad de proyectos llevados a cabo por su Secretaría. Sin embargo, hay uno que nos interesa particularmente, porque es importante para generar confianza en los vecinos, y es el del tren itnerurbano México-Toluca", afirmó el presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, durante el uso de su palabra.

"Se trata de un proyecto del primer mundo que pasa por arriba de poblaciones marginales. Y por eso, se debe certificar la mayor seguridad posible y aclarar, con la mayor cantidad de información que sea, los detalles de la iniciativa", insistió.

El perredista exigió que las autoridades se ocupen de saldar dudas, "por ejemplo, respecto a la regularización de los títulos de vivienda, ya que es uno de los temas que más preocupa a la gente, que piensan que el trazado va a implicar a expropiación y el gobierno va a sacarle su patrimonio".

Así, extrañamente se puso en sintonía con la bancada de Morena. ¿Cuál es el motivo que explica este giro de un hombre muy cercano a Mancera? Es sencillo: Luna fue uno de los delegados más fuertes en Alvaro Obregón -todavía tiene un amplio control del territorio-, zona mayormente afectada por el proyecto. 

Desde que se anunció la iniciativa, ya fueron varios los sectores que apuntaron sobre él ante los cuestionamientos de la poca planificación y comunicación del gobierno local con los vecinos de dicho territorio.

Luna consiguió retener el control de su terruño en las pasadas elecciones, y es uno de los pocos caciques que todavía confía en no perder su poder frente al creciente Morena en la Ciudad. 

Claro, para lograrlo, sus equipos saben que deberá priorizar siempre los intereses de los sectores de base que lo acompañan en la delegación, aunque a veces se pongan en contradicción con los deseos de Mancera.