POLITICA

Exclusivo: el plan de Ebrard para volver a la política activa

Cree que una victoria de Hillary lo fortalecerá. Su trabajo para comprender a los millennials. ¿A quién apoyará en 2018?

Marcelo Ebrard lleva casi un año y medio afuera del país. Y aunque sabe que todavía le restan largos meses en el exterior, el ex jefe de Gobierno del DF ya comenzó a tramar su regreso, que no será sólo al territorio mexicano sino también a la política activa.

La Política Online reveló tiempo atrás que Ebrard se encontraba en California, encabezando un proyecto de promoción de voto a favor de Hillary Clinton y contra Donald Trump. Esa información fue confirmada por el dirigente en los últimos días, después que algunos medios hayan ligado su trabajo en Estados Unidos con una presunta campaña diplomática a favor de AMLO.

Lo cierto es que Ebrard todavía no quiere hacer ninguna defición política hacia 2018, y prefiere esperar a los resultados de la elección en Estados Unidos. ¿Por qué? Considera que después del enorme tropiezo de Peña Nieto con la visita de Trump, una victoria de Hillary lo fortalecería.

"No es cierto que forme parte del equipo de campaña de Hillary. De hecho, su verdadera relación de amistad es con Bill, quien le pidió cooperación por promover el voto hispano en los estados clave de California y Texas", explicaron a LPO desde su entorno.

Durante estos meses, Ebrard aprovechó para especializarse en temas de redes sociales y en tratar de comprender el comportamientos de los millennials. Como muchos especialistas, el ex mandatario capitalino cree que los reiterados errores de las encuestas -en diferentes partes del mundo- se deben a la incapacidad de "leer" a los más jóvenes.

Ese es acaso el mayor temor en los propios equipos de Hillary. La elección todavía parece abierta: si la ventaja en los últimos días no es mayor a 4 o 5 puntos, no será posible predecir una victoria. El efecto de un voto "oculto" parece latente. ¿Votarán los más jóvenes por Trump? ¿Su perfil de outsider cautivará a los antisistema?

El 8 de noviembre será entonces una fecha clave para Ebrard. Podrá ser su primera gran victoria. Pero sus equipos prefieren no plantear fechas probables, pues entieden que si pisara México probablemente se reactivarían las causas en su contra.

Y a todavía no sea momento de declararlo, Ebrard se imagina trabajando para la campaña de Andrés Manuel López Obrador. Ya no como candidato, sino en el armado y la construcción política -tanto en la Ciudad como en el plano nacional- de su carrera presidencial.