Conflicto

Bimbo con problemas en Argentina: despidió a 107 trabajadores y hubo represión en su fabrica

La policía desalojó a los trabajadores a los golpes. El gobierno dictó la conciliación obligatoria.

La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal dictó la conciliación obligatoria en la planta alimenticia Bimbo de la Ciudad de Pilar, donde el miércoles pasado fueron despedidos 107 trabajadores. El ministerio de Trabajo bonaerense convocó a una nueva reunión entre las partes para el miércoles próximo.

Durante el día de ayer la fábrica estuvo paralizada y hoy los trabajadores realizaron un corte en los accesos del parque industrial para denunciar los despidos. La policía montada desalojó la protesta a golpes llevándose tres detenidos que fueron trasladados a la comisaría primera de Pilar.

La decisión fue confirmada por el delegado de la cartera laboral en Pilar, Norberto Delaflor, quien anunció que la medida se dictó por 15 días hábiles "con opción a prórroga" y que, de la reunión, a la que fueron convocadas las partes, estuvieron ausentes los representantes de la firma de capitales chilenos.

La conciliación obligatoria rige desde hoy y de esta manera la situación se retrotrae hasta antes del conflicto, es decir, con el ingreso de los trabajadores despedidos.

La notificación fue enviada a los directivos de la planta en Pilar, y a la sede social de Bimbo, en la Ciudad de Buenos Aires, según indicó Delaflor.

Esta mañana, los trabajadores de Bimbo interrumpieron los tres accesos que tiene el polo industrial Pilar, donde está instalada la panificadora que ocupa a 500 trabajadores, luego del despido de 107 operarios que recibieron sus telegramas el miércoles último, que pertenecen al Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA).

Así lo confirma uno de sus delegados, Marcelo Sotello, tras denunciar que la empresa "aduce baja de la producción, pero por otro lado compraron una planta en San Fernando y están montando otra en Córdoba".

El corte realizado esta mañana fue levantado por la llegada de efectivos policiales que, según indicó Sotello, "corrieron con golpes, empujones y amenazas" a los manifestantes y detuvieron a tres de ellos.

Luego, los trabajadores ingresaron a sus puestos y realizaron un paro para reclamar la reincorporación de los trabajadores.