Por casos contra Rodrigo Medina, crece la interna entre los jueces de Nuevo León
La polémica de las últimas horas entre el subprocurador Anticorrupción Ernesto Canales y el juez Ángel García, originada por el hecho de que Rodrigo Medina se librara de dos acusaciones en su contra, tiene su correlato en el interior del Poder Judicial del estado. Hace dos noches hubo un encuentro entre media docena de magistrados donde se escucharon críticas demoledoras sobre el silencio de Carlos Arenas, presidente del Poder Judicial, frente a las críticas de Canales. Los jueces esperaban una posición más enérgica por parte de Arenas.
A este panorama se suma que los jueces están al tanto de la evidente complicidad con Jaime Rodríguez que el pasado fin de semana Arenas exhibió en el cumpleaños de Agustín Basave. Se mostraron muy cercanos mientras degustaban el tequila Bronco Independiente. Este dato se suma a la creencia de que el gobernador apoya al magistrado en su carrera por integrar el Tribunal Federal Electoral. El nombre de Arenas ya está en el Senado.
Y al Bronco, como a cualquier independiente, le vendrá bien contar con un amigo en tan decisivo ámbito, especialmente al momento de validar la candidatura. Las magistrados cuentan que hace poco tuvieron un largo encuentro porque al Bronco le preocupa que otros candidatos se adueñen del color púrpura.
Ese vínculo tiene su origen en que el Bronco vio en Arenas un profesional neutro, con prestigio en el ámbito judicial. Arenas libró una dura batalla silenciosa por el control de la Oficialía de Partes que es donde se distribuyen los casos entre los jueces. Arenas le dijo en varias ocasiones al gobernador que era preciso eliminar la discrecionalidad de esa oficina. Arenas lo logró en alguna medida pero por momentos parece una pelea no finalizada. El juez suele decir que el Poder Judicial está colonizado por jueces que responden o bien a Humberto Medina o bien al senador panista Raúl Gracia.
El vínculo tuvo su momento de tensión cuando el Congreso aprobó por la via fast-track una reforma al Poder Judicial que no le gustó a Arenas y este le pidió al gobernador que vetara esa reforma. El gobernador no lo hizo y Arenas se fue en queja a la Suprema Corte de Justicia. El caso todavía no ha sido resuelto.