Economía

El peso sigue en caída libre: suma 10 jornadas seguidas de pérdidas

La FED mantuvo estable sus tasas, pero el peso se siguió depreciando. El factor Trump y el temor en los mercados.

Como se esperaba, las autoridades de la Reserva Federal de los Estados Unidos decidieron mantener la tasa de interés en un rango 0.25 y 0.50 puntos porcentuales. Es la sexta vez consecutiva que deja sin cambios la tasa. El último aumento fue en diciembre de 2015, cuando la elevó 25 puntos base.

Desde hace varias semanas, todos los sondeos marcaban que el aumento de tasas se retrasará para noviembre o diciembre. La incertidumbre seguirá, conforme la economía de EU no muestra un crecimiento más vigoroso y sostenido.

El organismo que preside Janet Yellen consideró que ya hay un mejor ritmo del mercado laboral y del crecimiento económico, aunque señaló que la inflación todavía se mantiene baja.

“El comité juzgó que la decisión de un incremento en la tasa de fondos federales se ha fortalecido, pero decidió -por el momento- esperar a mayores evidencias de que las condiciones apuntan a sus objetivos”, explicó la Reserva Federal en el comunicado.

Pero, ¿por qué esta decisión importa en México? Todos los analistas coinciden en que hay tres factores que están presionando con fuerza la depreciación del peso. La incertidumbre por la normalización de tasas en los Estados Unidos es una de estas variables.

Janet Yellen, titular de la FED. 

De hecho, la moneda mexicana mostró un cierto respiro después del anuncio de la Fed, pero no le alcanzó para recuperar terreno y otra vez quedó en terreno negativo. Con esta nueva caída, el peso acumula 10 jornadas consecutivas a la baja. 

El dólar interbancario quedó en su tercer máximo histórico seguido: 19.87 unidades. Mientras que en las ventanillas se vende en 20.17 unidades.

En estas 10 sesiones de caída libre, el peso acumuló una depreciación de 8.81% y se convirtió en la de peor comportamiento dentro de las monedas emergentes. Junto a Venezuela, es la única que se encuentra en un mínimo histórico.

Parece confirmarse la primacía del verdadero factor de riesgo que impacta a México: la amenazante cercanía en las encuestas entre Donald Trump y Hillary Clinton. El impacto que tendría una eventual presidencia del magnate republicano para incrementar las apuestas contra el peso.