Gasto Público

El gasto público prende alarmas entre los analistas: "No se gasta mucho, pero se gasta mal"

En 2015 el gasto representó el 27% del PIB. Preocupa en qué se está destinando y piden una reestructuración.

En 2015 el gasto público alcanzó los niveles más altos registrados desde 1990, representando el 27 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, lo preocupante no es eso, sino la manera en que el gobierno ha decidido destinar los recursos, señalan los expertos en economía.

“No se trata de gastar por gastar, explica a LPO la directora de Gasto Público del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Sunny Villa y en esa línea critica que se ve una mayor destino a incrementar los subsidios que a incrementar los sectores económicos.

Este tema, apunta el economista de Consultores Internacionales, Julio Soto, “enciende alarmas cuando se piensa en qué se está usando”.

Y es que del gasto programable, el 75% se va al gasto corriente y el resto al gasto de capital - que es el que dinamiza el crecimiento del PIB- . Por ello, a decir de los especialistas los recursos deben estar destinados a obras de infraestructura, construcción de escuelas y hospitales, carreteras, “ese tipo de gasto que tiene más derrama económica”, apunta Soto.

A ello, también se suma a la preocupación de los analistas el de la deuda; tanto a nivel federal como estatal “está creciendo de manera importante”, explica el especialista, quien expone que la deuda interna creció 83% de 2010 a 2015.

Por su parte, la aquella en entidades federativas – y que representa el 30% del gasto público- creció también a tasas elevadas, tan solo en el comparativo interanual fue de 14%, mientras que el PIB creció 2%. Para Villa es indispensable que el gasto a entidades se vuelva más eficiente y ello implica incrementar la transparencia.

En medio de una resaca

Lo que urgen los expertos en este sentido es replantear el gasto. En septiembre, Luis Videgaray, responsable de Hacienda presentará el paquete presupuestal 2017 y el escenario se antoja bastante difícil.

Y es que a decir de la especialista del CIEP, a este sexenio “le ha tocado algunos eventos desafortunados”, refiriendo con ello desde factores internacionales, como la caída en los precios del petróleo o la volatilidad en los mercados cambiarios, pero también arrastra con “la borrachera petrolera” que se vivió en otros sexenios, afirma.

Explica con ello que hubo una expansión de servicios personales, no hubo preocupación por las pensiones. “Ahora viene la resaca de esa borrachera. Y es que difícilmente piensas en que tienes que gastar bien ese dinero: hubo una expansión de los servicios personales, de toda la parte de las transferencias, no nos preocupamos por el tema de pensiones hasta que ya vimos que era un riesgo.

El gobierno nunca pensó que podría llegar a costar el barril en menos de 100 dólares y no hubo una medida que pudiera prever los impactos de lo que se vería en el futuro”, puntualizó Villa.

La Iniciativa Privada también hizo sus propuestas, como bajar el gasto en niveles de hasta 300 mil millones de pesos para 2017, a fin de liberar recursos para la inversión, gasto social eficiente y la amortización de la deuda. Así no tendremos que pedir prestado para pagar los intereses de nuestra propia deuda.

En ese punto, Sunny Villa vuelve a insistir en que el tema es en cómo se distribuye ese gasto. En tanto que para Soto sugiere que un recorte a ese nivel implicará desacelerar la economía.

“Videgaray está en una encrucijada y deberá evaluar el objetivo: que el país crezca un poco menos o eliminar los riesgos que tiene el crecimiento de la deuda que tenemos”, dice Soto.