Elecciones 2016

La derrota de Mancera pone en crisis a los líderes territoriales del PRD en la Ciudad

Los caciques lograron salvarse de una humillante derrota. Pero quedaron muy debilitados hacia la pelea de 2018.

Era previsible. Como explicó tiempo atrás LPO, el desplome de la imagen de Miguel Ángel Mancera ponía en riesgo los liderazgos territoriales en varias delegaciones de la Ciudad de México. Hoy los resultados confirmaron que Morena le está comiendo el higado a varios jefes delegacionales que ahora quedarán en una posición de debilidad para la gran pelea del 2018.

El PRD logró mantener en las elecciones del año pasado seis delegaciones. No podría decirse que fue una victoria, pero al menos conservó históricos bastiones, como Iztapala. Ahora, en esos territorios Morena quedó en una situación de virtual empate técnico.

El peor de los golpes se lo llevó Carlos Enrique Estrada Meráz, de Iztacalco. Allí Morena sacó más votos que el PRD. Un cachetazo difícil de digerir en la carrera para 2018.

Leonel Luna en Álvaro Obregón, Mauricio Toledo en Coyoacán, Dione Anguiano en Iztapalapa y Víctor Hugo Lobo en Gustavo A. Madero consiguieron sumar más votos que el partido de Andrés Manuel López Obrador. Pero no todos con la misma comodidad.

En Coyoacán, por ejemplo, la diferencia sería menor a tres mil votos. Muy pocos para una delegación tan populosa. Se descuenta además que en 2018 la participación será mucho más grande, lo cual podría diluir el poder de la estructura perredista.

La misma lectura le cabe a Gustavo A. Madero, en donde el PRD obtuvo poco más de cuatro mil votos más que Morena. Anguiano, en cambio, sigue mostrando entereza. En Iztapalapa el PRD sí consiguió una diferencia más cómoda frente a su adversario. Más de 25 mil votos, cuando iban escrutadas 80% de las casillas.

¿Cómo hará el PRD para retener estas delegaciones frente a una tendencia innegable, como es el crecimiento de AMLO en el DF? Pero hay una pregunta todavía más incómoda que se irá contestando en las próximas semanas: ¿Hasta dónde acompañarán estos liderazgos el proyecto presidencial de Mancera? ¿Estarán dispuestos a rifar sus bastiones por una carrera que parece perdida antes de largar?