CAMINO A 2018

En Morena hablan de apelar al "modelo Evo Morales" para ganar las elecciones del 2018

El partido de AMLO dice que construirá sus acuerdos políticos con indígenas, docentes y campesinos.

 En 2005, Evo Morales ganó las elecciones en Bolivia con el 54 por ciento de los votos y se convirtió en el primer presidente indígena de la historia del Continente, gracias al apoyo de cinco sectores clave: los indígenas, los cocaleros, los campesinos, los mineros y la Central Obrera Boliviana (COB), el principal sindicato del país.

Por ese entonces, el país llegaba a cifras de pobreza del 64 por ciento y una fuerte crisis de credibilidad política en las instituciones, quienes ya habían apelado a la gobernabilidad de la “democracia pactada” entre partidos con posiciones ideológicas contrapuestas como el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Más de diez años después, Morena intentará replicar el modelo de Morales en un México que cuenta con varias similitudes a las que entonces presentaba Bolivia: tiene el 46 por ciento de su población bajo la línea de pobreza y vive un escenario político de consolidación de alianzas entre el PAN y el PRD y debilidad en ciertos sectores del hegemónico PRI.

En los próximos dos años que quedan de camino a las presidenciales 2018, el partido de Andrés Manuel López Obrador rechazará cualquier coalición partidaria con otras fuerzas políticas y buscará, en cambio, establecer sus alianzas políticas principales con las comunidades populares más representativas de cada región.

Es por eso que desde hace meses AMLO recorre la mayoría de los municipios del país y desde hace semanas, insiste en establecer la primer gran coalición con los docentes de la Sección XXII de Oaxaca.

Según el equipo que coordina la campaña de Morena en dicho estado , “el mayor electorado del partido estará en las clases populares representadas por campesinos, indígenas, docentes y personas vulnerables, porque son quienes rechazan de raíz las propuestas tradicionales, por ser quienes más las han sufrido”.

Es por eso que una de sus primeras grandes apuestas será en Oaxaca, donde la CNTE mantiene uno de sus territorios más fuertes junto con Michoacán, Tabasco, Chiapas y Guerrero.

Los potenciales aliados

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la población indígena nacional oscila entre 10 y el 14%. Los criterios empleados por la CDI para su cálculo incluyen, además del lingüístico, el lugar de origen, la identidad étnica de uno o ambos padres, la asunción individual de la identidad indígena, entre otros.

Solo en Oaxaca, existen un millón 203 mil 150 hablantes de alguna de las 15 lenguas indígenas reconocidas en la Constitución y en Chiapas, 1 millón y medio de personas mayores de 5 años hablan alguna lengua indígena, lo que representa 27% de la población de la entidad.

Respecto a los docentes, según el INEGI existen más de un millón 900 mil en todo el país, los cuales se encuentran agremiados nacionalmente en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación – que agrupa a más de 400 mil maestros- y los de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, que tienen sus números más representativos en Michoacán, Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Guerrero.

En cuanto a los campesinos, los últimos sondeos realizados por el INEGI aseguran que la población rural se estima en 24.5 millones de personas entre los cuales, la Universidad de Chapingo y el Centro de Estudios Estratégicos Nacionales, afirma que la pobreza afecta al 81.5% de dicha población, y la pobreza extrema alcanza al 55.3%.