El Gobierno condenó la violación a los Derechos Humanos en Venezuela
El gobierno de Alberto Fernández condenó de manera expresa la violación de Derechos Humanos del gobierno de Nicolás Maduro, en la reunión de este martes en Ginebra del examen periódico sobre Venezuela en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En su exposición, el representante argentino, Christian Machuca, habló de desapariciones forzadas y pidió al régimen de Maduro a cumplir con los pedidos de la Alta Comisionada, Michele Bachelet. Se trata de un gesto importante de Alberto Fernández a Estados Unidos y que seguramente le causará algún rechazo de los sectores más duros del kirchnerismo y del propio régimen chavista.
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Alberto Fernández ya en el inicio de su presidencia se comprometió con la chilena Bachelet en respaldar sus denuncias contra el gobierno de Maduro.
Machuca ofició como representante de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en reemplazo de Federico Villegas que se encuentra ejerciendo la presidencia.
"Argentina le recomienda a Venezuela cooperar plenamente con el Consejo de Derechos Humanos y todos sus mecanismo e implementar íntegramente todas las recomendaciones por la alta comisión de los informes, concretar el llamado a la Alta Comisionada de la ONU para que se realicen investigaciones prontas, exhaustivas, imparciales e independientes sobre las alegaciones de violación a los derechos humanos, se lleve a los perpetradores a la justicia y se garantice una reparación a las víctimas".
También, el diplomático pidió reforzar "la cooperación existente" con Bachelet, quien pretende instalar una oficina permanente en Venezuela dotada de recursos humanos y materiales para desarrollar sus tareas. Machuca tocó además un tema tabú para los sectores kirchneristas que apoyan el chavismo: los desaparecidos del régimen. Pidió al gobierno de Maduro que ratifique la protección las personas ante la desaparición forzada.
El voto se produce luego de una serie señales de acercamiento del Gobierno con Estados Unidos como la reciente reunión del canciller Santiago Cafiero con su par Anthony Blinken y la entrega de credenciales de Alberto Fernández al embajador norteamericano en el país, Marc Stanley, en un acto protocolar que podría haber hecho cualquier otro funcionario.
En Cancillería vienen planteando que la presidencia de la Celac y los viajes de Alberto Fernández a Rusia y China no generan tensión con Washington y confían en poder acordar "4 o 5 puntos" con el gobierno de Joe Biden para lograr un apoyo significativo en la negociación con el FMI.
En ese marco, se produjeron varios gestos. Una es la inesperada alianza con EEUU en el pedido de tratar las alertas rojas contra los iraníes (uno de ellos presentes en la asunción de Daniel Ortega en Nicaragua) acusados por el atentado a la AMIA y la otra es esta votación contra Venezuela que se acerca a la línea de Washington.
Fuentes diplomáticas consultadas por LPO tomaron con pinzas la estrategia del Gobierno: "tenemos posiciones de acercamiento con Venezuela y en Ginebra votamos en contra. Se repite la dicotomía y la interna".
Las posturas de diferentes funcionarios del Frente de Todos contra el régimen venezolano despierta críticas y enojos en el ala dura del kirchnerismo que pone el foco en las sanciones y el bloqueo de Estados Unidos como responsable de la grave crisis que se vive.
Esa interna se expresa con fuerza en las diferencias entre diplomáticos y funcionarios políticos. "Mientras Federico Villegas condena en Ginebra las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, Carlos Raimundi se abstenía en la OEA", agregó la fuente consultada.
El comienzo de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos presidido por Argentina coincide con la vuelta de Estados Unidos a ese espacio (había sido abandonado por Donald Trump), algo que en el Gobierno lo consideran un gesto.