Sigue la tensión con México por la designación del embajador en Madrid

Mientras el canciller de México Marcelo Ebrard se encuentra en ruta a Honduras y Colombia para asistir a la toma de protesta de la presidenta Xiomara Castro y a la Cumbre de la Alianza del Pacífico ,respectivamente, ha trascendido que Pedro Sánchez negó al ex gobernador Quirino Ordaz la concesión de beneplácito como embajador de México en España.

Fue a través de un tweet que el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker, quien prendió la conversación entre la clase política, luego de publicar que "el gobierno español confirmó su negativa de otorgar el beneplácito a Quirno Ordaz (sic) para ser aceptado como nuevo embajador de México".

De inmediato, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, declaró a un medio de circulación nacional que "no hay ninguna dificultad" y que actualmente sigue un "trámite administrativo normal" la concesión del plácet al ex gobernador de Sinaloa y también ex líder del PRI. Fuentes al interior de la Asociación de Bancos de México (ABM) también desmintieron esta versión.

Tensión con México por la demora en la aceptación del embajador en Madrid

Y, como lo consultó LPO, Daniel Becker publicó este mensaje no sin información privilegiada. Para llegar a la presidencia de los banqueros recibió la venia tanto del Gobierno de Pedro Sánchez como del BBV, en un inicio con la misión de limitar la creciente influencia financiera del empresario Ricardo Salinas Pliego, un aliado de la 4T y cuyo grupo bancario ha crecido su cartera de clientes en la presente administración.

Con esta supuesta filtración, Becker dejó en una posición muy incómoda a la Asociación de Bancos de México, justo cuando los empresarios se preparan para las negociaciones con Citigroup ante la venta de Banamex, que entre todos los acuses de recibo del anuncio ya recibió su primer obstáculo: Oceanografía exige el pago de una garantía antes de que continúen las ofertas.

Con información privilegiada a su alcance en el Palacio de la Moncloa, inclusive entre inversionistas del Santander, el presidente de los banqueros de México estaría interviniendo en una operación diplomática de alto nivel de la que la Cuarta Transformación espera una gran recompensa, como convencer al priismo de apoyar las reformas constitucionales en el Congreso de la Unión (la reforma eléctrica, la electoral y las reformas a la Guardia Nacional).