El Gobierno concentra la energía en la reforma laboral y polariza con el PP

El Gobierno ha lanzado una ofensiva para controlar la agenda pública.  El escándalo generado por las declaraciones de Alberto Garzón puso el foco en los reiterados pedidos de dimisión que vinieron tanto de la oposición como de las entidades agropecuarias que movilizaron en Castilla y León contra el Presidente.

En ese sentido, Sánchez retomó la ofensiva mediante una encendida defensa de la reforma laboral que Yolanda Díaz consensuó con empresarios y organizaciones sindicales. 

Sánchez decidió polarizar con el Partido Popular y Vox y recuperar la base de apoyo que le permitió la investidura y aprobó el primer tramo del Presupuesto.

El líder socialista instó a la derecha a abandonar la postura destructiva y acompañe el proceso de derogación de la reforma de Rajoy. 

Sánchez cruza al PP por la reforma laboral: "Es rehén de la ultraderecha"

El desafío del Gobierno es reforzar la caída del paro y los avances de la legislación laboral como los principales hitos de gestión y asunto central del debate público para mover los temas de agenda que perjudican la imagen de la gestión. 

Fuentes del PSOE aseguraron a LPO que la intención de las próximas es hablar de la reforma laboral y exponer a los partidos que no quieren aplicar cambios en beneficio de los trabajadores. "Confiamos en que eso nos dará más oxígeno en la agente pero hay que dejar de hacernos autogoles", sostienen.