La oposición carga contra Teresa Ribera por cuestionar la energía nuclear
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, fue la encargada de expresar la disconformidad del gobierno español con la decisión de Bruselas de considerar como "verdes" a la energía nuclear y el gas, siempre que sustituyan al carbón. "Independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles", aclaró la ministra.
"La energía nuclear tiene un rol clave en la transición energética"
Sin embargo, la oposición ha cargado contra el Ejecutivo y quienes defienden las llamadas energías limpias. "El sentido común y la necesaria soberanía energética se impone al ecologismo radical. Es urgente que Europa, y en concreto España, pueda autoabastecerse impulsando la energía nuclear y abaratar los precios de la electricidad", aseguró Vox en su cuenta de Twitter.
El portavoz del Comité de Acción Política de la formación de extrema derecha, el eurodiputado Jorge Buxadé, señaló que "nos gobiernan lobbies". "Agendismo puro. Puertas giratorias. Una mafia que no distingue colores y pastorea España desde hace décadas. Les importan un bledo los españoles, sus familias y empresas", dijo. Ribera justificó la posición del Ejecutivo asegurando que la iniciativa de la Comisión Europea "manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE".
Bruselas ha efectuado la propuesta y ahora deberán decidir los países del bloque, una materia que divide a los pronucleares como Francia y a los antinucleares como Alemania. La consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, también cruzó a Ribera. "No hay ningún dato científico que acredite que la nuclear sea una energía especialmente contaminante", apuntó la funcionaria de Isabel Díaz Ayuso.
El Gobierno apuesta por las plantas de regasificación españolas para enfrentar la crisis energética
Ciudadanos ha pedido la comparecencia de la ministra. La presidenta de la formación, Inés Arrimadas, lamentó que el gobierno rechazara la propuesta de la CE "sin ni siquiera permitir un debate serio sobre el asunto ni impulsar una mesa por la energía que ofrezca soluciones ante la escalada de precios".