Sánchez logra la aprobación definitiva de los presupuestos, pero pide "serenidad y acuerdo" a sus socios
Las cuentas públicas se retrasaron más de lo previsto en el Congreso, aunque este martes fueron finalmente aprobadas por el pleno. La tramitación concluyó luego de que se votara a favor de la enmienda sobre lenguas cooficiales que Compromís presentó la semana pasada en el Senado, fuera de todo libreto.
A excepción de Vox y Ciudadanos, todas las formaciones respaldaron la iniciativa que transfiere 1,6 millones de euros desde el Ministerio de Cultura y Deporte hacia Asturias, Aragón, Cataluña, Galicia, País Vasco, Navarra, Valencia y Baleares para la promoción de las lenguas regionales.
Sin embargo, el presidente Pedro Sánchez aprovechó la última sesión plenaria del año para lanzar un mensaje a sus socios: "Creo firmemente que el acuerdo social es la mejor receta para hacer reformas estructurales inclusivas y perdurables en el tiempo". Sus palabras eran una alusión directa a la reforma laboral acordada con empresarios y sindicatos, pero también a la mesa de diálogo con los agentes sociales en cuestiones como las pensiones y el SMI.
Y estaban dirigidas a los socios de investidura que, aunque con reparos, también apoyaron los presupuestos para el próximo año y ahora muestran disconformidad con el nuevo esquema laboral del Ejecutivo. En ese sentido, Sánchez pidió "todos los acuerdos posibles, todo lo amplio que sea posible" para apuntalar la recuperación económica.
Los presupuestos vuelven a Diputados por una enmienda de Compromís y frustra los plazos del Gobierno
Este pedido se suma al mensaje de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que tras la aprobación de la reforma laboral por parte del Consejo de Ministros cruzó a los socios de PSOE y Unidas Podemos en el Congreso. "No hemos estado nueve meses para esto, la vocación es mantener este texto", apuntó.
Díaz confirmó que el gobierno está explorando la posibilidad de sumar a Ciudadanos a un acuerdo para pasar la legislación en el Parlamento, aunque prometió que dialogará "con especial atención y cariño" con las formaciones afines. El Ejecutivo de coalición depende de los partidos nacionalistas para sacar adelante sus proyectos más ambiciosos, pero quiere romper ese condicionamiento sin comprometer sus iniciativas más destacas. La reforma laboral es una de ellas.