Sánchez queda aislado de Europa por su propuesta para paliar la crisis energética
Bruselas parece haber limitado las expectativas del presidente Pedro Sánchez sobre una salida coordinada a la crisis energética. La Comisión Europea limita la compra conjunta de gas a situaciones de emergencia, un desaire a la propuesta española para contrarrestar el alza de los precios. Sánchez hizo poco por esconder su malestar.
Tras llegar al último Consejo Europeo del año en Bruselas, el presidente aseguró que "es fundamental que la UE tome medidas de forma más intensa y mucho más rápidas" y defendió la necesidad de "revisar la forma en la que se estructura la formación de los precios de la energía a nivel europeo".
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El mecanismo presentado por Sánchez será voluntario y se reservará solo para los casos en los cuales el suministro de gas se vea seriamente comprometido, es decir, queda despojado del espíritu solidario que idearon Sánchez y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. De hecho, Sánchez lo calificó de "insuficiente".
"Es cierto que la Comisión ha aceptado una de las propuestas de España, que es la compra centralizada de gas y poder tener una reserva estratégica en Europa, pero creo que es insuficiente", dijo Sánchez, quien en septiembre entregó a la Comisión un documento con medidas para reducir el impacto de los aumentos en los consumidores, y entre la cuales se destacaba la compra centralizada de gas natural.
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La intención de Sánchez era blindar al bloque ante las fluctuaciones de los mercados energéticos y darle a la UE un mayor peso a la hora de negociar las compras. Y el problema para los países del bloque es que la situación ya es acuciante. Por caso, el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista alcanza este viernes los 309,20 euros el magavatio hora (MWh), registrando un nuevo récord.