Pese a las dudas de las víctimas, el Gobierno apoya a ETA en terminar con los homenajes a los presos
El gobierno de Pedro Sánchez ha salido a respaldar la decisión del colectivo de presos de ETA de terminar con los homenajes públicos por respeto a las víctimas. "Es una buena noticia", señaló Fernando Grande Marlaska, si bien agregó enseguida que "podrían haberlo hecho mucho antes y muchas víctimas se hubieran ahorrado un sufrimiento multiplicado muchas veces en base a esos recibimientos".
En línea con Moncloa el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, aseguró que la decisión de los etarras se debe al "justo empeño de los colectivos y de la presión social e institucional para acabar con los ongi etorris". Sin embargo, las asociaciones de víctimas se muestran escépticas frente al anuncio.
A diez años del fin de ETA, la izquierda vasca admite el "sufrimiento padecido" por las víctimas
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, expresó que "de la izquierda abertzale no queremos palabras, sino hechos". Consuelo Ordóñez, presidenta de la asociación y hermana de una de las víctimas de ETA pidió que "dejen de llamar presos políticos a los asesinos de nuestros familiares".
La Asociación de Víctimas del Terrorismo, AVT, también se manifestó en el mismo sentido. Su titular, Maite Araluce, afirmó que "es un alivio a las víctimas, pero es una decisión que llega tarde". "Para conseguir la normalidad en el País Vasco y realmente para que las víctimas descansemos tranquilas deberían colaborar con la justicia para resolver casos sin resolver", dijo.
El presidente del Partido Popular del País Vasco, Carlos Iturgaiz.
La oposición salió a cruzar a Sánchez. Desde el PP vasco apuntaron contra un supuesto acuerdo entre el Ejecutivo central y EH Bildu. Carlos Iturgaiz, líder de los populares en Euskadi, aseguró que "el pacto Sánchez-Otegi, presos por presupuestos, avanza". "Pasan a privados los vomitivos recibimientos y así conseguir de Sánchez la excarcelación de asesinos etarras y blanquearles. Ni Sánchez tiene escrúpulos ni Bildu respeto a las víctimas", indicó.
Isabel Díaz Ayuso también se sumó desde las filas del PP y afirmó que la decisión busca blanquear a los herederos de ETA. "No puede haber paz donde nunca ha habido guerra", sostuvo la presidenta madrileña, quien mostró su rechazo a los últimos pasos del colectivo de presos. "ETA no mata, pero su proyecto político sigue vigente y sigue avanzando", zanjó Ayuso.
En octubre pasado, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, sorprendió al ensayar un perdón por los crímenes de ETA tras una década desde el fin del conflicto. En ese momento admitió la responsabilidad del grupo terrorista y llamó a preservar la paz.
Sin embargo, los presos vinculados a ETA han exasperado a la opinión pública a lo largo de este año, por el traslado de presos y el pedido de prioridad durante el programa de vacunación. Hasta el momento quedan poco más de 180 presos, unos 66 en prisiones del País Vasco.
Edmundo Bal, portavoz de Cs en el Congreso, tildó de "papelucho y "panfleto" el documento de los presos de ETA. "Parece que los presos de ETA se han caído del caballo y que, después de seiscientos y pico homenajes permitidos, se han debido de dar cuenta de que humillan a las víctimas. Qué casualidad que ahora los chicos de Otegi se descuelgan y le hacen un favorcete a Sánchez", apuntó.