Los barones del PSOE y el PP se unen para presionar a Sánchez por la financiación autonómica
Santiago de Compostela recibió este martes a ocho presidentes autonómicos para acordar una posición conjunta frente al nuevo sistema de financiación que prepara el gobierno. De esta forma, los líderes de Galicia, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias, Extremadura, Cantabria y La Rioja resolvieron que cualquier discusión con el Ejecutivo central se haga de forma multilateral.
El presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, que ofició de anfitrión, llegó a comparar el acuerdo con sus pares regionales con la "España de la Transición". "No sólo el hecho de debatir, sino el de acordar, es una excelente noticia en la España actual y la futura", apuntó el dirigente popular, que sorprendió a su partido y al gobierno cuando propuso una cumbre con los presidentes autonómicos.
El frente común se completa con los socialistas Javier Lambán (Aragón), Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Concha Andreu (La Rioja), Emiliano García Page (Castilla-La Mancha), Adrián Barbón (Asturias), el popular Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Miguel Ángel Revilla del PRC (Cantabria). Este grupo recibió con entusiasmo la propuesta de Pedro Sánchez para descentralizar organismos estatales y los planes para compensar los territorios menos poblados.
Los ausentes en Santiago fueron la Ximo Puig (Comunidad Valenciana), Juanma Moreno (Andalucía) y Fernando López Miras (Murcia), que defienden un modelo distinto al que se discutió hoy en Galicia. También se han automarginado del encuentro la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y el de Canarias, Ángel Víctor Torres, porque tampoco comparten criterios con el grupo de Feijóo. A esta altura, es claro que no existe un consenso entre los mandatarios autonómicos y que las diferencias exceden a los partidos.
Los líderes reunidos en Santiago emitieron un comunicado de 35 puntos en el que resaltan que "además de los costes fijos, la superficie, la dispersión, la baja densidad, la orografía, la baja natalidad o el envejecimiento y sobreenvejecimiento de la población son condicionantes innegables de un mayor coste en la prestación de servicios, cuyo efecto debe cuantificarse de forma completa y ponderarse en mayor medida que en el actual sistema". Para estas comunidades, el reto demográfico es clave para definir el nuevo modelo.
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Al respecto, Lambán dijo que los movimientos de la España vaciada "pueden derivar en un timo político de magnitud" y llevar a una mayor "atomización del Congreso y más inestabilidad en la política española, dificultando una gobernanza inestable en este país", por lo que defendió la cumbre. Las demás autonomías, a excepción de Cataluña y su particular momento político, se sienten infrafinanciadas y buscan un modelo que les compense.