Economía

La OCDE saca los colores a España por la baja formación de los trabajadores y la desigualdad económica

El número de graduados de secundaria menores de 25 años es muy inferior al de la media europea. El organismo insta al Gobierno a mejorar la formación profesional y combatir los contratos temporales

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó esta semana un informe sobre la evolución económica de cada uno de sus 37 estados miembros, particularmente enfocado en la recuperación de la crisis generada por el Covid.

En el capítulo dedicado a España, se advierte que el nivel de desigualdad económica, calculado a través del coeficiente de Gini, es mayor a la media de las economías avanzadas. Se destaca que, si se toman los escalafones más bajos, la situación es muy preocupante y no se están tomando las medidas suficientes para revertirla.

El informe afirma que la pandemia ha venido a profundizar los cambios que ya se venían procesando en el mercado de trabajo, donde hay una polarización creciente entre los trabajadores cualificados y los que no han recibido la suficiente formación.

Es en este aspecto, precisamente, donde las perspectivas para reducir la desigualdad en España toman un tono pesimista. Según la OCDE, "la calificación media es baja y el desajuste en cuanto a las capacidades es muy alto".

La tasa de abandono escolar temprano y de repetición de grado de España están por encima de la media de la Unión Europea y de los países de la OCDE

Las cifras de trabajadores mejor formados en España ponen de manifiesto la necesidad de poner el foco en la educación. La tasa de abandono escolar temprano y de repetición de grado de España están por encima de la media de la Unión Europea y de los países de la OCDE, como se muestra en el gráfico. De todas formas, la salida propuesta es un tanto polémica: se sugiere que la educación esté orientada a satisfacer las necesidades del mercado laboral, una lógica que es cuestionada por la mayor parte de los expertos en la materia.

Al mismo tiempo, la economía española tiene tanto en la hotelería como en la gastronomía dos sectores muy importantes que se han visto fuertemente afectados por la pandemia y que no son demandantes de trabajadores de alta calificación. 

Esto repercute en una alta tasa de trabajadores temporales y formas de contratación que no otorgan estabilidad, fomentando la brecha con quienes están mejor calificados y obtienen otro tipo de derechos.

Las recomendaciones con las que concluye el informe instan al Gobierno a una política más activa en la formación profesional, con programas gratuitos que permitan mejorar la calificación general; un seguimiento más puntilloso para evitar la deserción escolar y un aumento de la lucha contra los contratos temporales, con incentivos a la contratación formal de trabajadores.