Rusia

Putin estrecha el cerco sobre sus opositores y busca acercarse a Europa

El cierre de la ONG Memorial busca suprimir toda crítica y contentar a los ultranacionalistas que exigen al Kremlin una postura más dura con la UE. Putin apuesta a la provisión de gas.

 El peso de las sanciones y la tensión en la frontera con Ucrania están obligando a Vladimir Putin a recalibrar su estrategia diplomática. Donald Trump lleva casi un año fuera de la Casa Blanca y Angela Merkel ya no está al frente de Alemania. El presidente ruso se encuentra ahora con un alineamiento automático entre Washington y Bruselas y una actitud menos complaciente hacia la política del Kremlin.

La Unión Europea dejó de lado las diferencias internas luego de que Bielorrusia alentara una crisis humanitaria artificial en la frontera con Polonia y señaló la complicidad rusa. También amenazó a Moscú con nuevas sanciones ante la posibilidad de atacar a Ucrania. En este último caso, Putin busca que Estados Unidos le garantice que no dejará entrar en la OTAN a las exrepúblicas soviéticas de Ucrania y Georgia, a las que percibe como su área de influencia.

La finalización del Nord Stream 2 refuerza el eje ruso-alemán y tensiona a Bruselas

Sin embargo, el mandatario debe asegurarse primero que su política exterior genere el consenso necesario, y para ello sigue adelante con su estrategia de cerrar espacios a la disidencia rusa. La justicia acaba de disolver a Memorial, la ONG creada por premio Nobel de la Paz Andréi Sájarov y un grupo de disidentes soviéticos en 1989, y que surgió para investigar los crímenes del gulag.

La ley de 'agentes extranjeros' tiene mucho alcance. La visión nacionalista y rusificadora de Putin viene desde hace décadas

"No sorprende para nada la medida. La razón legal por la cual cerraron Memorial es porque no cumpliría con la ley que obliga a cualquier ONG que recibe dinero de un Estado o empresa extranjera, es decir que no sea rusa, a declararse como agente extranjero. Esta ley tiene mucho alcance. La visión nacionalista y rusificadora de Putin viene desde hace décadas", explica a LPO Noelia Pérez Rivaben, historiadora especializada en espacio post-soviético.

 El canciller ruso Serguéi Lavrov

 

Memorial era hasta ayer una organización que siguió de cerca las violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército ruso durante las guerras de Chechenia, y en el último tiempo estaba abocada a observar los movimientos del grupo paramilitar ruso Wagner, cuyos mercenarios operan en Ucrania, África y Medio Oriente. La UE sancionó a principios de diciembre a Wagner y a empresas vinculadas.

La analista considera que el cierre de Memorial es noticia en los países occidentales, pero no en Rusia, porque "el cierre de organizaciones se da con bastante frecuencia" y especula con que es "Occidente el que está tratando de enviar un mensaje y no Rusia". Putin se ve forzado a equilibrar las posiciones dentro de la sociedad rusa y mostrarse más duro con la disidencia y las voces más críticas hacia su gestión.

Memorial era hasta ayer una organización que siguió de cerca las violaciones a los derechos humanos por parte del Ejército ruso durante las guerras de Chechenia, y en el último tiempo estaba abocada a observar los movimientos del grupo paramilitar ruso Wagner

Del otro lado, el presidente tiene que lidiar con personajes como Vladimir Zhirinovsky, líder del Partido Liberal Demócrata, que defiende posturas ultranacionalistas y hostiles hacia Bruselas. Zhirinovsky no está muy alejado de Guennadi Ziugánov, a la cabeza del Partido Comunista, partidario de anexar la región del Donbás. La menguada oposición en la Duma -Parlamento- difícilmente vaya a contradecir al Kremlin, pero contribuye a la retórica imperialista rusa.

El canciller alemán Olaf Scholz, de espaldas, junto a la ministra de Exteriores Annalena Baerbock.

Este tipo de exigencias dificulta la misión del canciller Serguéi Lavrov de acercar posiciones con la UE. Además de la amenaza de la OTAN, el gobierno ruso está preocupado por la suerte del gasoducto Nord Stream 2, que espera la certificación de Alemania. El sucesor de Merkel, Olaf Scholz, y la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, tienen una posición más dura hacia el Kremlin y quieren supeditar el suministro de gas a los avances en el frente ucraniano.

El viceprimer ministro ruso y extitular de Energía, Alexander Novak, propuso este miércoles aumentar el suministro de gas si la UE firma un contrato a largo plazo, aunque advirtió que "se requieren grandes inversiones". Atento a la disparada del precio de la energía en Europa, el Kremlin ofrece un gesto de acercamiento que también le resulte redituable a sus ingresos.

Bruselas se une a la Casa Blanca para presionar a Putin por Ucrania

Para Pérez Rivaben, las relaciones entre Moscú y Bruselas depende de la "posibilidad de que recrudezca la guerra en Ucrania, donde la situación está más tensa de costumbre". La construcción del Nord Stream 2 permitió rebajar las tensiones en su momento tras la anexión de Crimea en 2014 y Merkel se volvió más receptiva con Putin. Alemania sigue marcando el rumbo de la UE, aunque parece haber un cambio de dirección.

"Si la relación se tensa o se afloja tiene más que ver con lo que Alemania decida según lo que le convenga. Las declaraciones del canciller Scholz hay que tomarlas con pinzas. En cuanto a la conveniencia geopolítica, no creo que Scholz sea tan opositor como parece en este momento. Es más prudente esperar", apunta la analista.