Peronismo

Una jugada de Schiaretti obligó a renunciar al segundo de Katopodis

Martín Gill deberá renunciar a la Secretaría de Obras Públicas para regresar a la intendencia de Villa María, porque los concejales de Schiaretti le negaron la extensión del pedido de licencia.

En cuestión de horas, la Secretaría de Obras Públicas de la Nación será un recuerdo para Martín Gill, quien deberá volver a la intendencia de Villa María, tras no contar con los votos para ir por una nueva licencia de su mandato. Esto se debe a que los dos concejales que responden a Eduardo Accastello, el ministro de Industria del gobierno de Juan Schiaretti, ratificaron su rechazo a una nueva prórroga y es por ello que el hombre del Frente de Todos deberá retornar a su despacho en el municipio villamariense.

En el entorno de Gill se manejaron con mucho hermetismo durante los últimos días, pero fuentes del Concejo Deliberante de la ciudad del sudeste provincial confirmaron a LPO que "no había margen para una nueva licencia".

 Gill depende de un ministro de Schiaretti para seguir en Obras Públicas

Y el dato en el que se apoyaron al mediodía en Villa María para confirmar el retorno de Gill a la intendencia es lo que sucederá esta noche desde las 20.30 en la ciudad que será la presentación del Festival de Peñas, el evento más importante de la localidad. Reconocido en la región por el paso de artistas internacionales, algunos con polémica por su caché en tiempos de devaluación.

De hecho, en su cuenta de Twitter, el propio Gill subió un video con lo que será el festival 2022 y en la misma red social confirmó su salida del ministerio nacional. "A partir de mañana retomo mis funciones como intendente de Villa María luego de presentar mi renuncia como Secretario de Obras Públicas de la Nación con el que Alberto Fernández y Gabriel Katopodis me honraran desde hace dos años como dirigente del interior".

Luego de enterarse que los concejales que responden a un ministro de Schiaretti votarían en contra de extenderle la licencia, Gill intentó conseguir el respaldo del radicalismo, pero no tuvo éxito.

Con esta jugada operadores locales de Gill abren el escenario para un regreso que tratarán de camuflar como un relanzamiento de gestión y así relegar al intendente interino Pablo Rosso, a su antiguo rol como presidente del Concejo.

En un enroque que puede tener consecuencias en el legislativo municipal, ya que Gill vuelve a raíz del rechazo de Juan Carlos Cladera y Daniel López, dos ediles que, según confirmaron esta tarde a este medio "no deciden por sí mismos ni siquiera si tienen que aprobar un convenio". Y agregaron a este medio que la maniobra no fue conducida por el ministro Accastello.

Martín Gill junto a Gabriel Katopodis en el despacho del ministro de Obras Públicas.

"En este tema, las decisiones siempre las tomó la Provincia. No fue algo que pudiese usufructuar de manera total Accastello. Siempre estuvo detrás la decisión de Schiaretti para bajar o subirle el pulgar a la continuidad de Gill en Obras Públicas", reconocieron a LPO sobre la cartera que conduce el ministro Gabriel Katopodis.

Con el rechazo de los dos concejales peronistas, la última jugada del fin de semana de Gill fue tratar de encontrar respaldo en el radicalismo, con un puñado de intendentes que salió a tratar de sostener al villamariense en el cargo de Nación.

En un comunicado, un acotado grupo de 18 jefes comunales radicales (entre ellos, el titular del Foro de Intendentes de la UCR, Ariel Grich) salió a instar a los concejales villamarienses del radicalismo que acompañaran la continuidad del ahora exfuncionario en la Nación.

"Es muy importante que puedan reflexionar sobre el rol que desarrollamos todos en la construcción de nuestras comunidades. Por lo que les pedimos que puedan acompañar el pedido de licencia de Martín Gill en el Concejo, porque encontramos en él una persona de diálogo que interpreta nuestras necesidades y que logra articular las acciones para que todos podamos acceder a las obras", manifestaron en el comunicado.

Schiaretti estira para el año que viene la definición sobre la reelección de los intendentes

Sin embargo, el pedido no surtió efecto, porque los dos concejales radicales del bloque Juntos (los otros 3 son del PRO) también rechazaron la posibilidad de una nueva prórroga. 

Ahora sí, sin prórroga, Gill no se verá obligado a convocar a elecciones que iban a realizarse en 90 días. Y tiene dos caminos: acercarse a Schiaretti, ya que transita su segundo mandato en la intendencia y, por ahora, no tendrá reelección; o sigue abrevando en el Frente de Todos, donde fue candidato a diputado nacional en las últimas elecciones y obtuvo su banca, a pesar de no haber asumido.

En una maniobra que estuvo motorizada en Córdoba por el exsenador nacional Carlos Caserio, quien no terminó en una buena relación con el villamariense después de la Legislativa. Es más, algunos señalan que el exintegrante de la Cámara alta, podría ir a la carga por el despacho que deja Gill en Obras Públicas.