México

Los zapatistas acusan al gobernador de Chiapas de narco y alertan una guerra civil

En un documento emitido este fin de semana al que llamaron "Chiapas al borde de la guerra civil", el Subcomandante Insurgente Galeano vinculó a Rutilio Escandón con el narcotráfico.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) volvió a levantar la voz con duras acusaciones al gobierno chiapaneco, al que acusó de estar buscando la desestabilización en la entidad con repercusiones para todo el régimen de la 4T.

En un documento emitido este fin de semana al que llamaron "Chiapas al borde de la guerra civil", el Subcomandante Insurgente Galeano vinculó al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, con el narcotráfico, acusó a su gobierno de estar robando los recursos estatales y de tener como propósito quitar al gobierno federal o provocarle dificultades.

"El desgobierno de Rutilio Escandón está haciendo todo lo posible porque se desestabilice al suroriental estado mexicano de Chiapas", lanzó el vocero zapatista. En la lectura del subcomandante zapatista, el objetivo es quitar al actual gobierno federal o provocarle dificultades, lo que sería una "represalia" ante investigaciones penales en su contra; o como parte de la disputa en la sucesión del 2024.

El descontento zapatista no se trata solo de una crítica, sino un llamado para la protesta en las calles, que se suma al descontento que ya habita en Palacio Nacional, desde consideran que la gestión de Escandón es la peor dentro de Morena, ante su incapacidad de frenar los conflictos sociales y unificar su gobierno.

De manera concreta, el movimiento zapatista acusa al gobernador de reprimir con violencia a normalistas rurales; de llevar una política de vacunación "propositivamente lenta y desordenada", advirtiendo que está generando inconformidades en la población rural que "no tardará en explotar" y acusó a sus funcionarios de robar el presupuesto estatal.

El subcomandante también vinculó los intereses de Escandón con las recientes protestas radicalizadas del CNTE, pues aseguró que esto se debe a que ha saboteado los acuerdos tomados entre el magisterio democrático y el gobierno federal.

Vale recordar que estas protestas alcanzaron al Presidente López Obrador en su última visita a la entidad, donde normalistas bloquearon en tres ocasiones su paso. El momento más simbólico fue cuando el propio mandatario decidió permanecer en su camioneta por dos horas, por lo que no pudo participar en su conferencia matutina de ese día. Dijo que era una contra protesta a las exigencias del sindicato disidente.

El líder del Ejército Zapatista también acusó al gobernador estatal de tener alianzas con el narcotráfico a través del solapamiento, de su promoción y el financiamiento de grupos paramilitares. En ese sentido, en el comunicado se dio a conocer la liberación de dos miembros de su Junta de buen gobierno, Sebastián Núñez Pérez y José Antonio Sánchez Juárez, lo cual se logró gracias a la intervención de ONG'S pro derechos humanos y de la Iglesia, pues no hubo participación de las autoridades estatales; por el contrario, acusaron que el gobierno local intentó sabotear esta acción.

De acuerdo con el informe zapatista, el secuestro fue ejecutado por miembros de la ORCAO, que señalan como organización paramilitar al servicio del gobierno del Estado de Chiapas: "Tiene uniformes, equipos, armas y parque obtenidos con el dinero que reciben de los programas sociales. se quedan con una parte y la otra la dan a los funcionarios para que publiquen que se está cumpliendo con el asistencialismo", afirmaron.

En este contexto, el subcomandante consideró que si lo que se busca es colapsar a la 4T mejor se use la vía de la revocación de mandato: "Dejen de jugar con fuego porque se van a quemar", lanzó el Ejército Zapatista, quien convocó a una protesta con carácter internacional para el próximo 24 de septiembre ante embajadas y consulados de México a nivel internacional y en las casas de gobierno del Estado de Chiapas.