Provincia

Cambiemos evitó una ruptura en la provincia pero siguen las tensiones internas

Tras la pela por la jefatura del bloque en el Senado quedaron algunos heridos y la coalición queda frágil para negociar el presupuesto.

Los senadores de Cambiemos lograron sortear una feroz interna para definir autoridades en la compleja Legislatura bonaerense y casi llegan a la ruptura de la coalición opositora en la Cámara Alta, algo que hubiese tenido repercusión inmediata en Diputados.

El bloque opositor no pudo alcanzar el jueves un consenso final para el funcionamiento de una presidencia de bloque que, como adelantó LPO, será rotativa. Una año el jefe de los senadores será Christian Gribaudo y al año siguiente esa jefatura la ocupará Alejandro Rabinovich.

Pero quizás el momento más incómodo fue la imposibilidad de definir durante la sesión preparatoria los lugares asignados para las vicepresidencias del Senado. Para Cambiemos quedó la vicepresidencia segunda (que será para Joaquín De la Torre) y la cuarta (que será para un radical).

Se trató de una muestra de debilidad muy grande por parte de Cambiemos, ante un peronismo que viene fortalecido de la elección de septiembre. El resultado de esa elección a nivel seccional dejó total paridad en el recinto (23 bancas para el Frente de Todos y 23 para Cambiemos), aunque el peronismo necesitará de la oposición para lograr el quorum.

Sin acuerdo, Cambiemos tendrá una jefatura de bloque rotativa en el Senado bonaerense

Las diferencias para elegir la jefatura del bloque y las vicepresidencias estaban centradas puntualmente en el PRO y no en el radicalismo. Aunque fuentes de esa alianza electoral coinciden en que una ruptura dentro del PRO hubiese tenido réplicas inmediatas en otros sectores de la coalición.

Finalmente, en la noche del viernes se llegó a un acuerdo para avanzar en una presidencia rotativa del bloque, pero será Gribaudo quien ejercerá en primer lugar. En los acuerdos parciales del jueves Rabinovich era quien comenzaba con el primer año. En esas negociaciones, la senadora Daniela Reich logró quedarse con la secretaría del bloque de Cambiemos, un importante rol en labor parlamentaria.

La negociación se trabajó en espejo con el bloque de Cambiemos en Diputados. Esto es: si el jefe del bloque en la Cámara Baja era radical, en el Senado debía ser del PRO. Esa fue la lógica que se impuso en toda la negociación. Quien articuló en Diputados negociando en articulación con el Senado fue Fernando Rovello, un diputado cercano a Daniel Angelici.

En Diputados Cambiemos logró sortear consensos sin las tensiones que se atravesaron en el Senado. La jefatura del bloque era un lugar reservado para el radical Maxi Abad y la negociación más fuerte se dio por las vicepresidencias.

Christian Gribaudo.

Se acordó votar cuatro vicepresidentes aunque ninguna llevará número. En años anteriores se votaba vicepresidente, vicepresidente primero, segundo y tercero. Fue un artilugio técnico para evitar que la interna del PRO escale a un nivel peligroso. Allí, Adrián Urrelli y Fabián Perechodnik fueron los elegidos por el lado de la oposición.

Fuentes del PRO afirman que lo peor de la tormenta pasó, pero reconocen también que quedaron secuelas. "Más que nada fue una cuestión de formas, de cómo se encaró la negociación. Se cerró como se pudo, ahora tenemos que seguir", afirma un actor importante de Cambiemos en el Senado.

Aunque los nombres cambian en función de las fuentes consultadas, quienes se plantaron fueron senadores que ya llevan años en la Cámara Alta y que se veían atropellados por quienes arrancan su primeros días en la Legislatura.

"El problema es que con la salida de María Eugenia Vidal de la provincia el PRO se quedó sin un ordenador claro. Son todos librepensadores", reconoce una fuente radical de Diputados.

Presupuesto y cargos

En ese contexto -desde un lugar de debilidad interna- Cambiemos busca encauzar con el peronismo una compleja negociación que tiene como objetivo más inmediato la aprobación del presupuesto.

Pero esa discusión está atravesada por otras dos negociaciones: la reelección indefinida de los intendentes y los cargos en organismos de control que el gobierno de Kicillof debe ceder a Cambiemos.

Si hasta hace poco, la negociación del presupuesto suponía una complejidad, esa situación se multiplica si se tiene en cuenta la magnitud de los otros temas que se ponen sobre la mesa.