Diputados

El peronismo disidente de La Rioja se aleja de Juntos y lo complica en el Congreso

Tiene una senadora y un diputado. Se enfrentan a la UCR y chocaron con el PRO por el cierre de listas. Ahora le impiden buscar una eventual mayoría.

El jueves se conocieron los alineamientos entre los bloques en el Senado y hubo una sorpresa: Clarita Vega, referente del peronismo disidente de La Rioja, demora su incorporación al interbloque federal que integra desde 2019 y funciona como aliado permanente de Juntos por el Cambio.

Quedaron de aquella formación original el salteño Juan Carlos Romero y la neuquina Lucila Crexell, se esperaba que Vega se mantuviera pero por ahora no lo confirmó. 

Sus voceros aclararon que podría sumarse con un monobloque y en tal caso conciliar posturas, pero no tiene intenciones de funcionar como aliada fija de los conducidos por el radical Alfredo Cornejo. Tampoco será fácil que apoyen al gobierno por su enfrentamiento con el gobernador Ricardo Quintela, pero en Juntos no le abrieron lugar. 

Si bien su decisión no altera el funcionamiento de la Cámara, porque aun con su voto Juntos queda a 3 de la mayoría propia, la independencia de los peronistas riojanos empezó a ser un problema grave para el principal frente opositor.

El peronismo se quedó con los dos diputados en La Rioja y hay pases de factura en el PRO

Sobre todo porque interpela los principales conflictos de este proceso de reconstrucción, como son las internas de la UCR y los límites de la conducción del PRO en el armado de las provincias. 

"No puede ser que hayamos perdido dos diputados una senadora por tanta torpeza: alguien tiene que pagar", sostuvo ante LPO un diputado que siguió la interna de La Rioja y no sale de su asombro con tantas malas noticias.

La primera fue el 14 de noviembre, cuando perdieron el diputado que ponían en juego y el Frente de Todos se quedó con las dos bancas. Con unos puntos más hubieran retenido la banca, Juntos sería el bloque más grande en Diputados y hubiera reclamado mayoría propia en todas las comisiones. 

Felipe Álvarez, diputado nacional. 

Pero además, aún le quedan dos años de mandato a Felipe Álvarez, el líder del peronismo disidente de La Rioja. Fue candidato a diputado provincial, ganó pero renunció para seguir en el Congreso, donde hizo un bloque con el sindicalista santacruceño Claudio Vidal.

Vidal bien podría ser una historia parecida a la de Álvarez: al competir por afuera de Juntos se quedó con una banca de la que ponía en juego la UCR en Santa Cruz y así le quitó un voto en el poroteo. 

La pelea de la UCR con Álvarez tuvo además la complicidad del PRO. Su presidenta Patricia Burllich presionó al diputado de su partido Julio Sahad a bajarse para allanarle el camino a los radicales y perdieron las dos bancas. 

A ese problema se sumó el del Senado, donde si bien no hay expectativa de Juntos para reunir una mayoría, si algún día quisiera llegar a 37, no tiene garantizado el voto de Vega, a quien no le será fácil aceptar una orden de Cornejo, que es ni más ni menos que el presidente del comité radical que promueve desterrarlos de la política riojana.

El conflicto desató un debate entre otros referentes de partidos provinciales que integran Juntos, como el Frente Cívico de Córdoba y Producción y Trabajo de San Juan, que supieron conciliar con los radicales locales para imponerse. 

Algunas de las segundas líneas de este frente negocian la creación de una confederación de partidos provinciales que funcione como un pata más de Juntos y evite estos choques con la UCR, respaldados por el PRO. Planean las primeras reuniones marzo. Con una carpeta de pases de factura.