El FMI pide bajar el déficit y la emisión, pero Guzmán no revela el tamaño del ajuste que exigen
El Gobierno blanqueó por primera vez que el Fondo está exigiendo a la Argentina que reduzca el déficit y los niveles de emisión monetaria para llegar a un acuerdo. Los voceros de Martín Guzmán intentaron suavizar la exigencia de ajuste de los técnicos del FMI afirmando que el organismo que conduce Georgieva Kristalina reconoce que "el problema de la inflación es multicausal y abordarlo requiere un enfoque macroeconómico integral".
La frase es parte de un breve comunicado informal que desde el lado argentino se ofreció como "resumen" de las reuniones que se llevaron entre el 5 y el 10 de diciembre en Washington.
Lo interesante es que en el texto, Economía reconoció que el staff técnico del Fondo señaló que la solución al grave problema inflacionario que sufre la Argentina, "debe incluir una reducción persistente de la emisión monetaria, junto a una reducción gradual del déficit". Además de "una estructura de tasas de interés que dé un retorno real positivo a los activos en pesos para así fortalecer la estabilidad cambiaria".
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En otras palabras, el FMI volvió a pedir políticas monetaria y fiscal consistentes con una reducción de la inflación al estilo ortodoxo, aunque ahora supuestamente matizado con un esquema "gradual", que no fue especificado. De hecho, Economía se cuidan de no detallar cuál es el sendero de reducción de la emisión y del déficit que pide el organismo. Tampoco explican qué harán para reducir el déficit en términos de traslado de los subsidios a las tarifas, lo que tendrá impacto inflacionario de corto plazo. Por lo pronto, la reducción del 0,3% del PBI del déficit con segmentación de tarifas no tuvo aval del organismo.
En cambio, en el equipo de Guzmán destacan que ambas ya han venido ocurriendo a lo largo de 2021. El pendiente, en todo caso es la tasa de interés pasiva que rinde por debajo de la inflación y es la causa, por un lado, del recalentamiento de la cotización del dólar paralelo a lo largo del año hasta llevar la brecha arriba del 115%; pero, por otro lado, también es causa de la estabilización real de la bola de Leliqs.
Así y todo, en el equipo de Guzmán se atribuyen la definición de tasas positivas como un planteo propio para estimular la demanda de pesos.
En lo que sí el FMI habría complementado su receta ortodoxa para controlar la inflación con medidas más heterodoxas es el reconocimiento de la conveniencia de "políticas de precios e ingresos, incluyendo acuerdos de precios con el sector privado que contribuyan a una mejor coordinación de expectativas" y también en la necesidad de profundizar el mercado de capitales para que el déficit sea financiable en el mercado local, agregaron en Economía.
"El enfoque debe ser complementado con crecimiento de las reservas internacionales que se logra vía el crecimiento de la inversión extranjera directa y de las exportaciones netas, sobre las cuales el FMI reconoce que crecieron de manera muy sólida este año", explica el comunicado del FMI y en Economía destacaron que esto está en línea con el discurso de Guzmán.
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De allí la gran duda sobre la estrategia del ministro frente al Congreso la semana próxima. Si insistir con los números del Proyecto de Ley de Presupuesto que hablan de 33% de inflación cuando el mercado la estima en no menos de 52% y en una prospectiva para el crecimiento que no contempla el freno que la falta de divisas para las importaciones ya le está causando a algunos rubros industriales.
De acuerdo al comunicado del FMI: "Los equipos reconocieron la recuperación más fuerte de la esperada en la actividad económica y la inversión este año, y la importancia de un marco de políticas para sostener de manera duradera la recuperación económica y las mejoras en las condiciones sociales y laborales".
"En este sentido, hubo un entendimiento general sobre la necesidad de mejorar de manera gradual y sostenible las finanzas públicas, dando lugar al mismo tiempo a las tan necesitadas inversiones en infraestructura, tecnología y gasto social focalizado", detallaron. Lo interesante de ese párrafo es que habla de gasto social "focalizado", lo que parece contradecir las políticas de asistencia "universal".
La gran exigencia del Fondo es que el programa encuentre apoyo nacional e internacional. Lo que otra vez genera interrogantes sobre el enfoque del ministro la semana próxima cuando vaya a defender en comisión su Presupuesto 2022, ya que como adelantó LPO, en el Legislativo no están satisfechos con Alberto y su gabinete y, además de pararles las leyes de promoción de exportaciones a Kulfas y a Guzmán, el oficialismo tampoco le votó al presidente sus decretos en su última jornada con presencia mayoritaria en ambas cámaras.
En el plano internacional, en tanto, las miradas se posan sobre el Directorio del FMI que se reunirá este lunes a discutir su política de sobrecargos en las tasas de interés que cobra por su asistencia. Allí se verá si la prédica de Guzmán y de Alberto Fernández de los últimos nueve meses -que cosechó el apoyo del G30 y el G20- se traduce en medidas concretas de alivio para los países sobrendeudados.