Renuncia el presidente del Tribunal de Cuentas y Kicillof tiene una vacante clave para cubrir

Tras 35 años en el cargo, Eduardo Grinberg anunció que dejará ese poderoso cargo vitalicio.

Tras 35 años, en uno de los organismos de control más poderosos del gobierno bonaerense, el radical Eduardo Grinberg anunció que dejará ese cargo en breve para tramitar su jubilación.

Grinberg escribió una nota dirigida a Axel Kicillof, en la que asegura que en razón de encontrarse próximo a cumplir 80 años de edad y 35 en el cargo, hará efectiva su dimisión. En el texto detalla además, que su renuncia será a partir del 28 de febrero de 2022.

El funcionario venía siendo cuestionado por su gestión en el Tribunal y enfrentaba algunas denuncias. Algunas de ellas lo acusaban de designar en lugares claves de ese organismo a su esposa, su hijo, amigos de la familia y hasta al profesor de yachting de su hijo. El caso escaló varias veces en los medios nacionales.

El nombre que trascendió para reemplazarlo es el de Federico Thea, Secretario General de Gobierno. Sucede que a ese lugar podría llegar Agustina Vila, quien saldría del ministerio de Educación y sería reemplazada por Alberto Sileoni.

El Tribunal de Cuentas es temido por todos los intendentes y funcionarios del gobierno provincial. Un fallo adverso de esa institución puede ser el puntapié para una causa judicial, aunque sea una falta mínima.

El organismo está conformado por una presidencia -a cargo de Grinberg desde 1987- y cuatro vocalías: dos encargadas de auditar los municipios; una que se ocupa de controlar las reparticiones autárquicas y entes especiales y otra que controla la administración central, es decir, el Ejecutivo bonaerense.

En 2019 se produjo un cambio histórico en el organismo cuyos funcionarios tienen cargo vitalicio. Luego de meses de negociaciones, se designaron dos vocales que responden a Cambiemos: Gustavo Diez y Ariel Pietronave. A ellos se sumó Daniel Chillo -que responde a Sergio Massa- y Juan Pablo Peredo, vinculado a Martín Insaurralde.