FMI

Para un think tank británico, Argentina y China amenazan la reputación del FMI

Para OMFIF, los próximos desafíos vienen por el lado del gigante asiático que lo desautoriza y del "niño terrible" que da mal ejemplo a sus pares.

Un think tank británico analizó los próximos desafíos para el FMI e identificó dos amenazas: la primera por el lado del nuevo acuerdo con Argentina y, la segunda, por la desautorización de China a los lineamientos del Fondo.

Una vez dejado atrás el escándalo de Georgieva, los nuevos desafíos pasan por "cómo el Fondo dirige la implementación de un marco regulatorio común para la deuda insostenible de países de bajos ingresos y cómo lidia con su eterno ‘niño terrible', la Argentina", consideró Mark Sobel, el ex representante de los Estados Unidos y presidente por los Estados Unidos del think tank con sede en Londres, OMFIF.

El FMI rechazó postergar pagos y le pone presión a la Argentina para que cierre el acuerdo

En el primer caso, el problema pasa por los prestamistas alternativos como China, que incluso cuando un país llega a un nivel de deuda insostenible, en lugar de cortar el incremento de la deuda, les sigue prestando a los países de bajos ingresos agravando el problema. Al respecto, China sostiene que los créditos van al sector privado, pero su seguimiento no es transparente. Y, además, los países luego tienen una única ventanilla de acceso a divisas por la que salen los pagos internacionales.

Si bien el Fondo puede prestarles a países en situación de atraso de pagos "bajo criterios exigentes", los países pueden irse a China en busca de financiamiento lo que no les da seguridad a los acreedores de que el dinero que están poniendo, en realidad no termine por usarse para pagarle a China. En este sentido, Chad y Zambia pueden sentar el precedente de cómo funciona el nuevo marco regulatorio y sentar las bases también para los países de ingresos medios.

Mark Sobel, ex representante de los Estados Unidos ante el FMI.

"El lío enorme del Fondo con Argentina está llegando. Argentina le debe al FMI casi 19.000 millones de dólares en el 2022 y 2023. La solución es obvia. El Fondo y Argentina deben acordar un programa, que permita a ambos refinanciar los vencimientos venideros a plazos más largos", diagnosticó Sobel.

El problema es que el país tiene una larga historia de subas y bajas en sus políticas económicas, lo que se traduce en hiperinflación y la desconfianza de la gente en el peso. Además, el mercado de capitales es pequeño a causa de la desconfianza, lo que deja al Gobierno con una capacidad de financiación acotada. "En lugar de disciplinar la política fiscal y hacerse responsable de sí misma. Argentina toma deuda puertas adentro y también en el exterior, generando de manera serial alta inflación y default", agregó.

Se esperaba del FMI y Argentina que desarrollaran un programa débil que apenas pasara la prueba del olfato. Pero esto no ha sucedido. En tanto, las condiciones empeoran

"Se esperaba del FMI y Argentina que desarrollaran un programa débil que apenas pasara la prueba del olfato. Pero esto no ha sucedido. En tanto, las condiciones empeoran", explicó al tiempo que repasó que la inflación superó el 50% anual, la brecha cambiaria pasó del 90% mientras abundan los controles de precios y de capitales y el Banco Central imprime billetes para financiar el déficit. "El Gobierno parece incapaz de hacer reformas y el Congreso ahora queda en manos de la oposición. Argentina se queja de las tasas de interés del FMI, pero el avance en materia de reformas es escaso", dijo.

Para un ex director del FMI, el acuerdo en el mejor de los casos durará cuatro meses

Y acto seguido se preguntó si efectivamente el país entrará en default con el Fondo como recientemente predijo Alejandro Werner en un panel de la OMFIF, o si podrán navegar un canal mínimamente creíble.