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La incertidumbre por un triunfo de la izquierda empujó una histórica devaluación en Chile

El dólar subió 16% en seis meses, pero no se trasladó a la inflación que se mantuvo en 5,8% en todo el año.

La inestabilidad política en Chile, que se traduce en la polarización del electorado entre la izquierda de Boric y la ultraderecha de Kast, desembocó en la segunda mayor devaluación de su moneda. La preocupación entre los empresarios es evidente y está golpeando las expectativas económicas.

La mayor devaluación del peso chileno en épocas recientes se observó con el estallido social de 2019 que llevó el dólar a los 850 pesos chilenos. Esta vez la divisa tocó a un máximo de 823,70 pesos a comienzos de octubre.

Así, en lo que va del año el dólar subió 14,2% en el país trasandino, esto es 5 puntos menos que los 19,2% que avanzó el dólar oficial de este lado de la cordillera. Pero si se lo toma desde la disparada en mayo, la divisa concentró una suba del 16,8%  hasta la fecha. Eso es más de lo que subió el dólar oficial contra el peso argentino en igual período, un 11%.

El candidato de ultraderecha se ubica primero en las encuestas y suma apoyos del partido de Piñera

La suba se pronunció hasta comienzos de octubre cuando se confirmó la reapertura de las fronteras y desde entonces el dólar contra el peso chileno comenzó a bajar con oscilaciones y se consolidó al confirmarse que la izquierda no prosperaría contra Piñera en el juicio político, hecho que se confirmó este martes al conocerse el rechazo del Senado.

Fuente: investing.com

Mientras tanto, los precios en Chile sintieron más el efecto de los precios internacionales que el de la propia divisa por el bajo traslado a precios de la devaluación o "pass through" Así, desde enero hasta octubre, la inflación acumuló sólo un 5,8%, lejos de la tasa de devaluación. De cualquier manera fue una de las más altas en la historia de Chile desde 2009.

"Para no tener 'pass through' es necesario tener una política monetaria por mucho tiempo con tasa de interés real positiva sin dominancia fiscal y, como resultado, inflación baja durante mucho tiempo. Eso permite darse "el gusto" de que cuando a la economía la golpee un shock externo, el tipo de cambio ajuste sin tanta nominalidad; es el resultado de una política monetaria seria tener una demanda de pesos estable", remarcó el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.