Elecciones 2021

Tras la pérdida de votos del Conurbano, los dirigentes del interior ganan poder en Cambiemos

Los hermanos Passaglia consolidaron su poder en el norte de la provincia.

El mapa de la provincia de Buenos Aires pintado de amarillo da cuenta de la clara supremacía de Cambiemos en el interior bonaerense donde empiezan a consolidarse líderes que pueden ser clave para el futuro de la coalición opositora.

Es el caso de la Segunda Sección (norte de la provincia), un territorio donde pisan fuerte los hermanos Passaglia y donde Cambiemos consiguió el 52% de los votos en la elección del domingo.

La supremacía de los intendentes peronistas en el sur del Conurbano y la recuperación en algunos distritos del Frente de Todos en la Primera llevará a los candidatos nacionales del PRO y del radicalismo a buscar apoyo en el armado territorial del interior.

En el norte del Conurbano, Cambiemos le había sacado en septiembre más de cuatro puntos al peronismo (40 a 35,8). Sin embargo, en la elección del domingo el Frente de Todos quedó en un virtual empate, con algunas décimas a favor de Cambiemos.

En cantidad de votos, los resultados provisorios reflejan que Cambiemos perdió 221.000 votos en la Tercera y 82.500 votos en la Primera. Eso no sucedió en las elecciones del interior donde en su gran mayoría se estiró la diferencia respecto de las primarias de septiembre.

Para el triunfo en la Segunda, el armado de Manuel y Santiago Passaglia -el primero intendente de San Nicolás y el segundo candidato a diputado provincial- fue clave.

Los Passaglia llegaron a Cambiemos en 2016 cuando Ismael Passaglia cerró un acuerdo con María Eugenia Vidal. Desde entonces aportaron su estructura en el norte de la provincia, un territorio que en los últimos años fue consolidando un moderno parque industrial con grandes automotrices como Toyota y Honda.

Tanto Manuel como Santiago fueron, además, parte de la mesa donde se definió la estrategia electoral y se coordinó la campaña tanto de las PASO como de la general.

En Cambiemos consideran que queda aún mucho para crecer en los distritos del interior y que el buen momento por el que transitan muchos intendentes y referentes del PRO y el radicalismo abre una ventana para comenzar a trabajar hacia los próximos años.

San Nicolás y Zárate son los distritos más importantes en cuanto a cantidad de electores. Le sigue Pergamino. En el primero, los Passaglias se impusieron sin problemas y le sacaron casi 20 puntos al peronismo (48 a 29).

En Zárate Cambiemos volvió a imponerse sobre la estructura del intendente Osvaldo Cáffaro. En los últimos días, la campaña había cobrado un clima tenso cuando un agente del municipio tomó fotografías a una reunión partidaria en la que se discutía sobre inseguridad.

El armador del PRO en esa ciudad es el diputado provincial Matías Ranzini, un legislador que reporta a Cristian Ritondo. Ellos impulsaron a Marcelo Matzkin que ganó la elección por seis puntos.

Lo curioso de ese distrito es que se trata del pago chico de Sergio Berni, quien mantiene una feroz interna con Cáffaro. El ministro de Seguridad de Axel Kicillof tiene como meta desplazar a Cáffaro y gobernar esa ciudad. Para eso viene enfrentando desde hace años al alcalde.

En la cuarta también hubo buenas elecciones para Cambiemos. Junín y Pehuajó son distritos donde se impuso el PRO. En el caso de Pahuajó se hizo una buena elección frente a un candidato del kirchnerismo duro que en las últimas elecciones viene ganando sin problemas. 

La estrategia electoral del PRO en ese distrito -diseñada por el diputado provincial Fernando Rovello- fue la de dividir al radicalismo, ganar las primarias y después consolidar la suma de las tres listas (dos del radicalismo y una del PRO). 

La lista de Cambiemos la encabezó Gimena Alessi, quien consiguió 46,6 puntos frente a los 41,2 de la lista de Pablo Zurro que llevó su foto en la boleta del Frente de Todos. La lista oficialista llevó a Julieta Martín en el primer lugar de la lista, quien no logró superar los 10.000 votos.