Diputados

Los radicales proponen cambiar el sistema de primarias presidenciales

Un proyecto de Cornejo plantea que el ganador pueda elegir a uno de los derrotados como compañero de fórmula.

En plena veda electoral, los radicales empezaron a pedir nuevas reglas de juego para las primarias presidenciales: Alfredo Cornejo y Soledad Carrizo presentaron un proyecto de ley que el ganador pueda elegir a uno de los derrotados como compañero de fórmula.

Cornejo es presidente de la UCR hasta diciembre, cuando su lugar será dirimido por Gerardo Morales y Martín Lousteau. Carrizo es una diputada cordobesa cercana a Ramón Mestre, caído en desgracia en las primarias contra Luis Juez.

De prosperar, el proyecto podría cambiar la dinámica interna de los frentes electorales porque jerarquizaría la competencia y podría sumar representatividad de cada coalición en la fórmula definitiva. 

La iniciativa muestra además la decisión de la UCR de presentar candidatos presidenciales en las primarias de 2023, en tal caso para quedar como compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta, por ahora el candidato más firme del PRO. 

La ley de primarias aprobada en 2009 obliga a una competencia entre fórmulas que dejó en segundo plano a los vicepresidentes, un cargo por el que ya no se pulsea como en otros tiempos.

El proyecto de Cornejo propone que las primarias se diriman entre candidatos a presidentes de cada frente y el ganador pueda elegir a uno de los perdedores como compañero de fórmula. 

Ocurre que es una apuesta a todo o nada para quien se postula, porque no puede ser candidato legislativo y, al momento de presentarse las listas, la elección está cuanto menos abierta.

Pero además, si un partido de la coalición pierde las primarias se queda sin la chance de integrar el binomio presidencial, lo que con este proyecto de Cornejo cambiaría.

En su proyecto, se propone que "no será oficializada ninguna lista que incluya candidatos que no hayan resultado electos en las PASO por la misma agrupación y por la misma categoría por la que se presentan, excepto el candidato en el cargo de vicepresidente".

Este cargo debería "ser seleccionado luego de las elecciones primarias y dentro de los plazos establecidos por esta ley para los comicios generales" y "únicamente entre el universo de precandidatos que participaron como integrantes de alguna de las listas internas de dicha alianza o agrupación, cualquiera sea la categoría en que lo haya hecho".

"Esto amplía el margen de acuerdos y participación, no limitando la posibilidad de selección solo entre quienes lo han hecho como precandidatos a presidentes de las listas internas", señaló Cornejo en un comunicado difundido el viernes.

Sostuvo además que "la potestad de seleccionar el vicepresidente no es una atribución personal exclusiva del precandidato presidencial ganador proclamado, sino que la decisión se elabora en un marco de acuerdo reglamentario más amplio; evitando concentrar poderes exorbitantes de tipo personales en esta persona".

Cornejo tomó los ejemplos de Uruguay y Estados Unidos, que sólo define a los presidentes en las primarias. "Consideramos necesaria la reforma que elimina el cerrojo electoral y prescribir que aquellas agrupaciones que en las primarias presenten listas internas dentro de la alianza o partido, solo puedan oficializar al precandidato a presidente en esta primera etapa electoral, permitiendo que la fórmula presidencial sea completada para las elecciones generales con un precandidato que pertenezca a la misma agrupación y haya participado en las primarias".

Carrizo afirmó que la ley "esto permitiría un mayor margen de acuerdos y conciliaciones dentro de las alianzas, habilitando compensar a los partidos o listas internas que resultaron derrotadas en la primaria de cada acuerdo electoral y mitigar así el efecto divisivo de las primarias".

"Suscribimos este proyecto dada la importancia de trabajar en propuestas de modernización electoral y el fortalecimiento del sistema de partidos, en consonancia con una mayor y más genuina participación de la ciudadanía", enfatizó Cornejo.

Según la diputada cordobesa, "la Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral favoreció la visibilización de muchas deficiencias, y trajo no sólo modificaciones en el régimen electoral vigente en ese momento, sino que permitió poner en agenda legislativa la necesidad de un cambio en todo el diseño del proceso electoral, sus actores, herramientas e instituciones".

"Los beneficios y utilidades que proponía en lo teórico la reforma electoral de 2009 le siguieron un comportamiento político degenerativo, debilitando su sentido y con ello, transformando las PASO en una etapa burocrática formal y con la única finalidad de lograr publicidad electoral anticipada de cara a las elecciones generales", agregó.