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Exclusivo: El lobby de Scioli para que Bolsonaro habilite el trigo transgénico argentino

El embajador militó personalmente la aprobación en el gigante vecino de la semilla resistente a la sequía de Bioceres, una compañía santafesina.

 El desarrollo del trigo HB4, una semilla modificada con genes de girasol para que sea más resistente a la falta de agua, llevó 20 años de investigación científica impulsada por Bioceres, una empresa santafesina líder en biotecnología, que trabajó junto al Conicet y la Universidad Nacional del Litoral.

La noticia de su aprobación por parte de Brasil el jueves pasado, significó un doble logro. Para Santa Fe, porque puso en relieve las políticas en ciencia y tecnología en las que el gobernador Omar Perotti viene apostando fuerte y por otro lado, marcó una coordinación impensada en las relaciones con el gobierno de Bolsonaro.

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El paso no fue casual. Detrás de evento hubo gestiones del embajador argentino, Daniel Scioli, quien en diálogo con LPO reveló que en diciembre pasado, emprendió conversaciones con diferentes agencias estatales del gobierno de Bolsonaro para acelerar la aprobación. "Ayudó mucho la relación directa que construí con el gobierno de Brasil", afirmó Scioli, quien efecto logró encapsular su buena relación personal con Bolsonaro, de las tensiones entre el presidente brasileño y Alberto Fernández.

 Ayudó mucho para la aprobación del trigo HB4 la relación directa que construí con el gobierno de Brasil.

"Me ocupé personalmente en ir a todas las reuniones donde se trató el tema. Desde Itamaratí (Ministerio de Relaciones Exteriores), la Comisión Técnica nacional de Bioseguridad, a las del Ministerio de Agricultura, donde junto con mi equipo pudimos exponer con claridad los beneficios de este trabajo articulado entre el sector público y privado de este importante desarrollo científico", agregó.

"Fue un trabajo largo y arduo, de muchos meses, que llevó a muchas presentaciones por las dudas que había sobre este tema, que se coronaron con éxito. Es un hecho histórico y un logro más en la relación bilateral entre los países", amplió Scioli, que como reveló LPO, suena como posible ministro de Producción en un eventual cambio de gabinete.

Que sea Brasil el primer país en aprobar esta semilla -incluso antes que la Argentina-, no es un tema menor. Por su peso en el mercado mundial de granos, la luz verde de Brasil allana el camino a nuevos mercados como Europa y Asia. "Es una gran ventana al resto del mundo", afirmó Scioli.

La noticia sobre la habilitación del trigo HB4 coincidió con la visita a Santa Fe del embajador de Alemania, Ulrich Sante, quien llegó acompañado de Claus Karthe, CEO de la compañía German Accelerator, un especialista en ecosistemas de startups de base tecnológica, especialmente de desarrollo de semillas.

Karthe admitió su sorpresa por "los clústers biotecnológicos que hay en la provincia", y elogió la implementación del SF500, un fondo de inversión público-privado que aspira a crear en la próxima década unas 500 firmas tecnológicas con un fondeo de 300 millones de dólares. La iniciativa fue impulsada por Trucco y recibió el apoyo pleno de la administración de Perotti.

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En la visita a Santa Fe el embajador alemán anticipó que su país pretende "cooperar con las startups, que son la fuente de la innovación que necesitamos".

En el mismo sentido, la secretaria de Ciencia y Tecnología de la provincia, Marina Baima, agregó que el ecosistema científico provincial "tiene mucho potencial que había que explotar en todas sus dimensiones y mostrar sus capacidades para posicionar a Argentina y particularmente a Santa Fe, en el mundo".

Perotti junto al embajador de Alemania Ulrich Sante y Claus Karthe, CEO de la compañía German Accelerator.

Baima destacó el desarrollo del trigo HB4: "El planeta necesita cada vez más y mejores alimentos en un escenario de cambio climático como principal decisor porque hay sequias que no se pueden alertar y por ello, la tecnología es fundamental".

La tecnología HB4 permite un 42% de aumento en el rinde de la producción por hectárea de suelo, que con rotación y uso eficiente genera arraigo, desarrollo y facilidades para generar más alimentos y más sanos.

Es que en eso radica una de las objeciones de algunos grupos ecologistas sobre la manipulación genética de semillas sobre los riesgos de incorporar componentes perjudiciales para el consumo. Al contrario, Baima argumentó que "esta biotecnología nos permite conocer la trazabilidad del producto desde su origen, conocer lo que estamos consumiendo y medir desde donde viene".

"La tecnología HB4 permite un 42% de aumento en el rinde de la producción por hectárea de suelo que con rotación y uso eficiente del suelo genera arraigo, desarrollo y facilidades para generar más alimentos y más sanos", concluyó la ministra.