Gobierno

Ningún ministro se siente "a salvo" el día después de las elecciones y lamentan que Alberto esté muy alineado a Vilma

Los funcionarios no ocultan su fastidio con el rumbo del Gobierno. Nadie en el gabinete tiene su continuidad asegurada luego de las elecciones.

En el Gobierno aseguran que ningún ministro tiene la supervivencia asegurada ante una derrota en las elecciones del 14 de noviembre y creen que Alberto Fernández no está preparado para otra rebelión del ala cristinista del gabinete.

Ni siquiera los ministros más cercanos al presidente creen que tienen la continuidad asegurada. Más aún con el recuerdo fresco de las primarias, cuando para evitar la ruptura con Cristina, Alberto tuvo que deshacerse de funcionarios de su estrecha confianza.

La CGT a Alberto: "Si rompes con Cristina estamos para bancarte"

Esa semana posterior a las Paso, en la que el "albertismo" se abroqueló durante un par de días y tuvo la fantasía de una "emancipación" tras la renuncia de los ministros y funcionarios kirchneristas, dejó secuelas en el gabinete que aún no pudieron ser superadas. Un gabinete que como anticipó en su momento LPO, se sabe que se reconfiguró bajo el signo de la precariedad.

Mientras algunos ministros y colaboradores le decían a Alberto que tenía que romper con su vicepresidenta ante el desafío que le había planteado con las renuncias, fue Vilma Ibarra quien le advirtió al presidente que si avanzaba con esa estrategia las consecuencias serían peores que la fragilidad institucional que se vivía por esas horas.

Algunos ministros creen que la historia se repetirá si el Frente de Todos sufre otra derrota del 14 de noviembre y que Cristina volverá a la carga. "Está armando su propio gabinete", dijeron a LPO en el Gobierno.

El escenario no cambió. Como explicó LPO, semanas atrás, un colaborador muy cercano a Alberto le planteó un panorama rupturista. "Estás jodido, o sos traidor o sos esclavo", le advirtió. "Te aclaro que yo voto porque seas traidor", le sugirió.

Algunos ministros creen que la historia se repetirá si el Frente de Todos sufre otra derrota del 14 de noviembre y que Cristina volverá a la carga. "Está armando su propio gabinete", dijeron a LPO en el Gobierno.

Y en ese contexto hay fastidio entre los ministros porque a Alberto no lo ven decidido. "Está muy Vilma", dicen para referirse a que el presidente sigue con la postura de no plantarse ante la vicepresidenta, a riesgo de perder a cada uno de sus funcionarios de confianza.

Luego de que bajara la espuma por la llegada de Juan Manzur al gabinete, a Alberto lo ven muy volcado sobre Ibarra, su mano derecha, y alejado de la gestión diaria.

Como adelantó LPO, Ibarra fue la promotora de la llegada de Gabriela Cerruti a la Rosada en el rol de "portavoz" oficial del Gobierno. La secretaria Legal y Técnica de la presidencia representa al ala feminista y de origen frepasista del Gobierno. Ese sector había sentido la llegada del tucumano como jefe de gabinete.

En la Rosada aseguran que el propio Manzur no está dispuesto a quedarse si la coalición de gobierno entra en un nuevo escenario de caos y él debe poner la cara. Antes de pasar por esa situación prefiere volver a Tucumán y retomar las riendas de la gobernación que heredó Osvaldo Jaldo.