Manzur sale a pelearle a Schiaretti el liderazgo de los gobernadores peronistas
Manzur encabezó un acto en el CCK con dirigentes y candidatos del kirchnerismo cordobés, en una movida que apunta al día después de las elecciones del 14 de Noviembre. El jefe de Gabinete arrastró a todos los ministros y al propio Alberto Fernández al encuentro.
El tucumano le disputa a Schiaretti el liderazgo de los gobernadores peronistas, que como reveló LPO, ya empezaron a cruzar diálogos para analizar si después de las elecciones que se intuyen no serán buenas para el oficialismo, arman una "Mesa de Gobernadores para darle estabilidad -y condicionar- a la Casa Rosada.
Tantean el armado de una mesa de gobernadores para el día después de la elección
Alberto aprovechó la reunión para contestarla al gobernador de Córdoba: "Los que chocaron el país fueron sus amigos", dijo Alberto en respuesta a las recientes declaraciones de Schiaretti: "el kirchnerismo y Cambiemos chocaron el país".
Más allá de las declaraciones, en la reunión que juntó unos 150 dirigentes cordobeses entre intendentes, candidatos y gremialistas, se analizó sobre todo el escenario post electoral.
"Fue una buena reunión. De las de mayor convocatoria si se compara con las anteriores que reunimos a intendentes y dirigentes cordobeses con ministros nacionales. Y se hizo pensando en los próximos dos años y para ratificar que no se discrimina a Córdoba como dice Schiaretti", resumió un kirchnerista que participó del encuentro.
En la reunión resaltaron el rol de Manzur al frente del Gabinete: "Es un tipo con experiencia, gobierna una provincia importante desde lo político, lo simbólico y lo histórico. Tiene roce con el PJ bonaerense y va a pelear ese alineamiento de los gobernadores con Schiaretti", reconoció una fuente que participó del encuentro a LPO.
Análisis al que se sumó otro dirigente: "Schiaretti tiene el rol de encolumnar a los gobernadores detrás de (Horacio) Rodríguez Larreta. Y en esa tarea seguramente, mirando para adelante, va a chocar con Manzur". Un análisis que hasta ahora el gobernador de Córdoba se ha encargado de problematizar, ya que ha hecho de su crítica a los porteños como Larreta, el eje de su discurso político.
De hecho, como reveló LPO, Schiaretti parece más interesado en construir su propia proyección nacional, apelando a la idea del "Biden argentino" y en lo inmediato habló públicamente de la necesidad de armar una mesa de gobernadores, para darle cierta estabilidad al país en los dos años que quedan hasta el 2023.
Schiaretti criticó a Larreta dos veces en una semana y pone en crisis el acuerdo para 2023
Como sea, Manzur estará en Córdoba este viernes con una agenda cargada. Entre las que se destaca un anuncio sobre el Ferrourbano, en un acto que encabezará junto al ministro de Transporte de la Nación, el massista Alexis Guerrera; y los candidatos al Senado, Carlos Caserio y Gabriela Estévez; y a Diputados, Martín Gill, Olga Riutort y Pablo Carro.
Gill, que es secretario de Obras Públicas, se elogió en su discurso: "el Gobierno nacional ha cumplido absolutamente lo que dijo, es la gestión que más ha puesto en la provincia de Córdoba en toda su historia, no solo desde la obra pública, lo hizo en la pandemia, con la construcción de hospitales, en infraestructura sanitaria, en la asistencia con programas sociales, con las políticas de previsión, ampliándolas y reforzándolas, con las políticas productivas e industriales".
"Hoy hay más de 460 obras en cada rincón de los 427 municipios y comunas que tiene la provincia, es la muestra más contundente de un federalismo que nunca antes existió", agregó.
Después del encuentro en el CCK, Gill y Caserio tuvieron un encuentro en el Patio de las Palmeras de Casa Rosada con los dirigentes cordobeses desde donde enfatizaron aún más el discurso y la relación entre Schiaretti y la Nación.
"Esta elección sirvió para que ‘el Gringo' se defina como opositor. Está en esa vereda", dijo uno de los asistentes a la recorrida.
Más allá de este encuentro, los números amagan no cambiar demasiado el resultado de las primarias, donde el FdT hizo la peor elección de su historia, con apenas el 10,9% de los votos. Por lo que el módico objetivo de la Casa Rosada es conseguir una banca en Diputados, esfumada ya toda chance de retener el escaño en la cámara alta que ocupa Caserio.