Buscan que Alberto viaje a Córdoba antes de las elecciones para garantizar el núcleo duro

La dispersión de votantes kirchneristas pone en riesgo la única banca posible en las elecciones del 14.

La franquicia local del Frente de Todos no se resigna: pese a los altos números de rechazo a la figura de Alberto Fernández en la provincia de Córdoba, vuelven a la carga para que el presidente baje a Córdoba y encabece un acto, una jugada que no tiene como objetivo dar vuelta la elección, sino conservar al núcleo duro kirchnerista y garantizar la banca que el espacio pone en juego el 14 de noviembre.

"El Presidente consolida lo que tiene que consolidar; no se trata de dar vuelta el resultado, sino de mantener la banca", es el análisis descarnado de quienes miran los números de las encuestas que circulan.

Con el 11 por ciento que obtuvo en las Paso la lista liderada por Carlos Caserio, en el tramo senadores, y Martín Gill para diputados, el Frente de Todos conservaría el escaño.

Sin embargo, la ola de Juntos por el Cambio y la hipótesis de que la participación aumentará fuertemente en Córdoba, pueden hacer variar esa cosecha. En las generales de 2017, Unión Ciudadana obtuvo 199.600 votos; en la última Paso, el Frente de Todos sumó 200.200 adhesiones, una cosecha idéntica.

Dirigentes del Frente de Todos como Constanza San Pedro (referente del Frente Patria Grande) cuestiona abiertamente la "inclusión de la derecha peronista" en el espacio K y atribuye a esta decisión a la "fuga votos" hacia la izquierda. En un mismo sentido, el diputado nacional Eduardo Fernández (de las huestes de Carlos Heller) dice que "no se puede desconocer" que el kirchnerismo histórico logró una banca en 2017. Por supervivencia de sus estructuras, ambos resisten que la pata peronista sea la única de la mesa.

Desde las organizaciones no PJ aclaran que pese a la impugnación de la estrategia que "peronizó" la lista, trabajarán a favor de la boelta que lidera Gill, un declarado anti aborto y a quien consideran un potencial socio estratégico de Hacemos por Córdoba en 2023.

La zanahoria que los hace caminar es el convencimiento de que la banca será ocupada por el tercero en la lista, el actual diputado Pablo Carro, quien proviene de las filas del progresismo universitario y la CTA. Dan por hecho que Gill seguirá como secretario de Obras Públicas o intendente de Villa María.

Es esta grieta de reproches internos la que Alberto podría cerrarse, al menos disimularse, si eAlberto aparece por Córdoba, dicen distintos dirigentes del Frente de Todos que confían en que las gestiones del propio Caserio y Gill sean fructíferas, ante la posibilidad cierta que la dispersión los haga perder la banca.

El núcleo duro K no peronista reclama la construcción de un espacio local para competir por la gobernación en 2023. Sospechan que los planes de La Cámpora serían asociarse a Martín Llaryora y Natalia de la Sota. Pero esa discusión comenzará el 15 de noviembre.