Tucumán

Jaldo logró desplazar al cuestionado ministro de Seguridad de Manzur

Como reveló LPO, el vicegobernador tenía un acuerdo con el jefe de gabinete para ubicar a un ministro propio y tenía en la mira a Claudio Maley.

Osvaldo Jaldo finalmente logró desplazar al cuestionado ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley, a quien reemplaza Eugenio Agüero Gamboa, hasta ahora funcionario del Ministerio Público Fiscal.

LPO adelantó el lunes que en Tucumán circulaba muy fuerte la versión de la salida de Maley, que de la mano de Juan Manzur recalaría en un cargo en el gobierno nacional.

La salida de Maley se concretó horas después y este martes ya asumió Agüero Gamboa. "Hay tucumanos que legítimamente nos reclaman, nos piden y, en algunos casos, nos imploran mayor seguridad", justificó Jaldo.

El vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo tucumano reconoció que la salida de Maley fue acordada con Manzur y contó que lo venían dialogando desde hace tiempo. "Corresponde que todas las decisiones de fondo, como este caso, las conversemos, las consensuemos, y no hay dudas de que (Manzur) está al tanto de las decisiones que hemos tomado", afirmó.

Hay tucumanos que legítimamente nos reclaman, nos piden y, en algunos casos, nos imploran mayor seguridad.

Como explicó este medio, el acuerdo de Manzur para dejarle la gobernación a Jaldo tenía dos puntos principales. El primero era que el vice, con quien se había peleado en marzo, no haría un recambio de su gabinete. El segundo es que al menos le dejarían elegir un ministro, además de elegir el reemplazo de quienes dejaran el gabinete armado por Manzur.

El ex ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley.

Jaldo tenía dos ministerios en la mira: el de Educación y el de Seguridad. A ambos ministros había conseguido interpelar desde la Legislatura, que era su principal centro de poder. 

Maley era el más cuestionado: la situación de inseguridad es la peor en la historia de Tucumán, según fuentes de esa provincia. Además acumula varios escándalos que pusieron en jaque al gobierno tucumano. El más resonante fue el brutal asesinato de Luis Espinoza, un trabajador rural que estuvo una semana desaparecido tras un operativo policial de la fuerza tucumana.

Ya durante la gestión de Jaldo al mando de la provincia, otro escándalo que adquirió notoriedad nacional fue la fuga de Roberto Rejas, un guardiacárcel condenado a perpetua por el femicidio de su ex pareja y el crimen del hijo de ambos.

Jaldo tuvo la excusa perfecta para correrlo por ese conflicto de fines de septiembre, pero no lo hizo. Eso despertó las dudas en Tucumán sobre cuándo el vicegobernador iba a cobrar su parte del acuerdo y ubicar a un ministro propio.