Otra fuga de presos coronó una nueva jornada de violencia en Rosario
Poco más de 24 horas bastaron para registrar un asesinato de más de treinta balazos, la nueva condena a 'Guille' Cantero por balear jueces y fiscales, la aparición de dos jóvenes en un descampado con tres tiros en la cabeza junto a un mensaje mafioso, otro asesinato en una plaza por un ajuste de cuenta y -por si fuera poco- dos presos fugados de un penal saltando la tapia.
Todo sucedió en Rosario, donde la situación de inseguridad no da tregua. La violencia mafiosa estalló con máxima crudeza en las últimas semanas, crispando los ánimos generales y marcándole la cancha a los pocos jueces y fiscales que intentan avanzar en causas pesadas contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Tal es la postura planteada por el gobierno de Omar Perotti, cuyo ministro de Seguridad, Jorge Lagna, por el momento mantiene el silencio a la espera de un panorama más claro sobre el devenir de los sucesos.
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Es que todo ocurrió sin dar respiro. Por el juicio a Cantero, Rosario se despertó el jueves saturada de efectivos policiales con armas largas que no pudieron evitar un sangriento asesinato registrado en plena madrugada.
Fue en barrio Nuevo Alberdi, donde cinco personas con atuendos azules ingresaran a una vivienda al grito de "¡alto, policía!" para luego gatillar 69 disparos.
El asesinado fue Agustín Aguirre, de 18 años, con pedido de captura y en sillas de rueda por dos balazos recibidos en 2016. Lo ultimaron de otros 32. También hubo una persona herida con 22 tiros que -según el último parte- se encuentra "estable" en el Hospital local. El motivo del crimen habría sido un ajuste de cuentas entre bandas narco.
No menos trágico resultó el hallazgo de los cadáveres de Brian Molina y Dylan Joaquín Valenti (de 22 y 18 años respectivamente), cuyos cuerpos yacían postrados a la vera de un auto y junto al célebre cartel de "con la mafia no se jode", especie de firma que utilizó 'Guille' Cantero en los ataques a sedes judiciales por los que fue nuevamente condenado. Por eso no se descarta que haya sido una represalia.
En conferencia de prensa, el fiscal Alejandro Ferlazzo sostuvo que las víctimas habrían sido bajadas del vehículo para ser ultimadas con disparos en la cabeza y a corta distancia, hecho que ocurrió en un camino lejano y poco transitado por la zona de Funes. Se encontraron nueve vainas servidas en el descampado.
En otro hecho de extrema violencia, en la noche del jueves fue asesinado Luis Eduardo Campos, de 38 años, quien recibió cinco disparos en una plaza y al parecer por venganza que estaría vinculado al homicidio de un barrabrava de Newell's que dejó expuesta la relación entre las mafias con cuevas financieras y empresarios importantes de la ciudad
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En el esclarecimiento de tales hechos se encontraba la cúpula de la seguridad provincial cuando se enteraron de que los vecinos de la Unidad Sexta estaban ayudando a buscar a dos reclusos que se habían escapado saltando una tapia.
Según pudo averiguar LPO, los presos aprovecharon un descuido del profesor de educación física para darse a la fuga. Estaban en un predio destinado a los deportes y jugando al fútbol, cuando uno de los reclusos se descompuso y requirió asistencia.
Esto provocó la distracción del profesor, que no vio a los dos reclusos que se subían sobre el muro de tres metros. Fueron advertidos en plena retirada y por los vecinos, quienes alertaron al 911. Luego, en los pasillos ministeriales se preguntaban qué hacían los gariteros. "La cárcel no es una escuela ni un jardincito de infantes", retó en público el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Jorge Bortolozzi, en diálogo con LT8.
Tras hacer el conteo se enteraron de que faltaban Luciano David Rodríguez, de 27 años, y Fernando Nicolás Bordón, de 28. El primero ya estaba condenado pero a días de salir en libertad, mientras que Bordón cursaba prisión preventiva.
Tales son los detalles conocidos sobre una nueva insólita fuga que enciende las alarmas en el servicio penitenciario santafesino. Un inconcebible hecho que suma dolores de cabeza a Roberto Sukerman, ministro a cargo del área, porque se da justo cuando la gestión provincial se esfuerza por mostrarse firme y sin fisuras en su proceso de "reconversión de las fuerzas policiales".