Análisis: cómo impacta el ruido entre Yellen y Georgieva en la estrategia argentina con el FMI

La secretaria del Tesoro no le atiende el teléfono a la directora del FMI. El vice de Lagarde hoy es funcionario de Yellen.

La situación de Georgieva parece ensombrecerse ante las señales mixtas que envía el gobierno de Biden. Por un lado, en comunicados oficiales han evitado sumarse al escándalo que s acude a la directora del FMI. Pero en privado, se abrió una grieta respecto del Tesoro desde el momento en que Janet Yellen dejó de atenderle el teléfono a la búlgara, tal y como consignó Bloomberg.

La distancia entre ambas materializa un riesgo para la negociación de Guzmán con el FMI en tanto y en cuanto los cuestionamientos al crédito que obtuvo Macri impactan en David Lipton, el ex número dos de Lagarde en el FMI y actual funcionario de Yellen.

"Se corre el riesgo de que si pierde peso Georgieva, tome mayor poder en la negociación el Tesoro de los Estados Unidos y Lipton es uno de loso asesores de Janet Yallen. No descarto que eso termine siendo un foco de tensión", consideró Federico Furiase, economista y director de EcoGo.

En cambio, para el economista Gabriel Gómez Caamaño de la consultora Ledesma, Georgiva ya quedó desautorizada y con el nombramiento del nuevo director para el Hemisferio Occidente, el ex banquero central de Brasil, Ilan Goldfajn, el organismo ya dio un giro hacia la ortodoxia.

Georgieva se defiende de las acusaciones por corrupción y le apunta al ex presidente del Banco Mundial 

"El FMI debe estar esperando a ver qué pasa con el resultado electoral, al igual que hizo con Macri, y qué sucede con la coalición de gobierno tras las elecciones y, en función de eso, decidir. Igual, me parece que el FMI tiene muchas ganas de 'sacarse de encima' a Argentina y obvio que no con un default, pero sí podría llegar a estar dispuesto a darle algún acuerdo puente por dos años para sentarse a hablar con el próximo gobierno. Si queda claro tras las elecciones que esto no tiene solución de continuidad política y no hay un cambio en la coalición que permite llegar a un acuerdo lógico, me parece que tranquilamente le puede ofrecer una salida por dos años", dijo Gómez Caamaño.

Esta visión, aunque con sus diferencias, tiene un punto en común con la visión del oficialismo que sostiene que las negociaciones no peligran. El argumento radica en que las acusaciones de corrupción hacia Georgieva pasan de costado a un eventual nuevo acuerdo no solo porque los funcionarios designados para la Argentina son personas de carrera y anteriores al arribo de Georgieva en el organismo, sino porque un escándalo para el FMI ya es suficiente y no quieren que un default argentino que se convierta en el segundo escándalo del año.

 En este sentido, fue notorio el respaldo que este lunes le brindaron el premio Nobel, Joseph Stiglitz a la titular del Fondo Monetario y también del laureado economista Jeoffry Sachs, quienes respaldaron abiertamente a Kristalina Georgieva por su gestión de la pandemia y su giro hacia el ambientalismo; y responsabilizaron a la bancada republicana estadounidense por volcar acusaciones falsas e interesadas contra la búlgara. En este sentido aplaudió el giro progresista del organismo al apoyar a la Argentina en la renegocacion de su deuda externa con acreedores privados mediante el análisis de insosteniblidad de la deuda.

"No es sorprendente que haya personas que no están felices en relación a la dirección que ha tomado el FMI bajo el liderazgo de Georgieva. Algunos piensan que el Fondo debería limitarse a lo suyo y no involucrarse con el cambio climático. A otros no les gusta el giro progresista que supone la reducción del énfasis en la austeridad y el mayor interés en la pobreza y el desarrollo y la mayor concientización sobre los limites del mercado", dijo Stiglitz.

El profesor de Columbia y mentor de Guzmán fundamentó sus críticas en el hecho de que el informe que la acusó de falsear datos para favorecer a China en el ranking mundial del reporte Doing Business de 2018 del Banco Mundial atestiguó no haber sido presionado para fraguar cifras por su entonces jefa directa y actual directora del FMI.

"Shanta Devarajan, el jefe de la unidad que en 2018 reportaba directamente a Georgieva, insiste en que nunca fue presionado para modificar datos o resultados", aseguró.