Georgieva se defiende de las acusaciones por corrupción y le apunta al ex presidente del Banco Mundial

La titular del FMI fue acusada de favorecer a China con números fraguados en una publicación del Banco Mundial. No advierten riesgos para el acuerdo con Argentina.

 La presidenta del Fondo Monetario levantó el guante luego de que la semana pasada se desatara un escándalo internacional luego de que Kristalina Georgieva fuera acusada de favorecer a China en el ranking del Doing Business, la publicación del Banco Mundial que estaba a su cargo. La denuncia surgió a partir de un informe del estudio de abogados WilmerHale que cuestionaron la ética detrás de la elaboración del célebre ranking.

Este viernes, la búlgara negó las acusaciones y le apuntó al médico surcoreano Jim Yong Kim, el ex presidente del Banco Mundial, por intentar tergiversar en 2018 los números de la economía china, sumándole los valores del PBI de Hong Kong, la potencia financiera autónoma del Estado chino.

En medio, el Directorio Ejecutivo del organismo aseguró que había iniciado su propia investigación sobre los hechos que le endilgan a Georgieva. "Discrepo de fondo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación sobre irregularidades en los datos en lo que refiere a mi rol en reporte del Banco Mundial  Doing Business del 2018", aseguró en un comunicado del FMI.

Puntualmente el reporte cuestiona a Kim por presionar para favorecer a China en la elaboración del Doing Business de 2018 y a Georgieva por haber adulterado el puntaje de China a su favor. Al fin y al cabo, lo que se cuestiona es cómo, tras un cambio de metodología, China ascendió siete posiciones en un ranking entre 190 países en función de su clima de negocios y de inversiones, hasta llegar al puesto 78. Ese año, Argentina quedó en el puesto 117.

Los cuestionamientos sobre la idoneidad ética de la titular del FMI llevó a la revista británica The Economist a publicar un artículo pidiendo que Georgieva deje su puesto porque el organismo que preside marca el estándar internacional en las mediciones y comparaciones de estadísticas internacionales, algo que la presencia de la búlgara y su cuestionada reputación podría afectar.

Por lo pronto, en el mercado local temen que los problemas de conducción internos del FMI pueda afectar la llegada de un nuevo acuerdo a tiempo con el organismo para evitar el default. Sin embargo, confían en que el interés por evitar el default es transversal a los miembros del Directorio y no van a cuestionar a los equipos técnicos actuales por un eventual paso al costado de la titular del FMI, precisamente porque son funcionarios de carrera anteriores al desembarco de Georgieva a la dirección ejecutiva del Fondo. "Un escándalo es suficiente como para tener dos", resumió una fuente consultada.