Inflación

Advierten que aumentar la emisión puede desencadenar una hiperestanflación

En el mercado temen que una radicalización del gasto con financiamiento monetario complique las negociaciones con el FMI y se vuelva en contra de la recuperación.

El resultado electoral de este domingo fue tomado por el mercado como un mensaje expreso de que el Gobierno necesita encarar un cambio de rumbo. Sin embargo, temen que ese cambio sea una radicalización del gasto público financiada con emisión que le meta más presión a la inflación, complique el cierre de un acuerdo con el FMI y se vuelva en contra de la recuperación económica.

Sin ir más lejos, este lunes se confirmó que el último miércoles el Banco Central emitió $80.000 millones más para asistir al Tesoro mediante "adelantos transitorios" porque con los $60.000 millones del viernes previo se había quedado corto. Así ya son $850.000 millones los emitidos en 2021 para cubrir el déficit fiscal.

El viernes el Central emitió 60.000 millones para cubrir un bache de Tesorería

Desde la calificadora de deuda Moody's, el vicepresidente de sus Servicio de Inversores, Gabriel Torres lo sintetizó en pocas palabras este lunes: "La coalición del Gobierno argentino sufrió una gran pérdida de votos en las primarias legislativas de ayer. Las PASO anteriores en general han sido indicadores fuertes del resultado electoral final y los resultados de ayer señalan que el Gobierno podría perder el control de una o ambas cámaras legislativas en las elecciones generales del próximo 14 de noviembre".

"La falta de una mayoría legislativa propia obligará al Gobierno a depender del apoyo de otras coaliciones para la aprobación de leyes, lo que requerirá una formulación de políticas basadas en el consenso. La reacción inicial del mercado parece ser positiva, ya que los inversores consideran ese escenario como favorable. Pero una decisión del Gobierno de impulsar un mayor gasto y financiamiento del Banco Central antes de las elecciones de noviembre podría empeorar los ya severos desequilibrios macroeconómicos del país y complicar las futuras negociaciones con el FMI", dijo Torres.

 Una decisión del Gobierno de impulsar un mayor gasto y financiamiento del Banco Central antes de las elecciones de noviembre podría empeorar los ya severos desequilibrios macroeconómicos del país y complicar las futuras negociaciones con el FMI

Ese mismo temor, ya había sido planteado por la consultora Invecq al analizar las mediciones de confianza económicas de las elecciones previas y presagiar, a partir de los datos de la Di Tella, que en las PASO el Gobierno enfrentaría una derrota. De acuerdo a su informe de agosto, bien podría suceder que el ala más heterodoxa de la coalición interpretara que había faltado profundizar "el modelo" y tomar más distancia del FMI y sus exigencias de convergencia al equilibrio fiscal. Esto, consideraron, se traduciría en menor estabilidad cambiaria.

Los indicadores de confianza de la Di Tella presagian una derrota del oficialismo

En un lenguaje bastante más llano, el economista Carlos Melconian lo resumió con una advertencia para el Gobierno si sale a repartir dinero emitido sin respaldo "Porque puede quedarse sin los votos y nos podemos ir carajo".

En este sentido, consideró que el camino de más emisión "es erróneo" y "termina ineludiblemente en más inflación", cuando la actual ya se ubica entorno al 45% anualizado. Por eso, para él, el Gobierno entró en una fase de "durar" hasta el final del mandato sin implementar un cambio al timón, según explicó a radio Mitre.

El otro temor del mercado es que cualquier señal de radicalización kirchnerista se traduzca en una mayor exigencia de tasas para rollovear la deuda de corto plazo, lo que lo obligue al Banco Central a emitir más, incluso si no aumenta en términos reales el gasto. Más tasa de interés es más costo financiero para el sector privado, menos reactivación y más inflación.

En este sentido, una importante consultora en su análisis para clientes comentó que teme más que el Gobierno le dé a la emisión desenfrenada más que a una postergación del acuerdo con el Fondo Monetario. Esto obedece a que el Gobierno no tiene margen para no alcanzar algún tipo de entendimiento si quiere tener alguna posibilidad electoral de cara a 2023, lo que quedará claro cuando el próximo miércoles le pague intereses al FMI. 

En cambio, no queda tan claro que la reciente "corrida" contra las Letras del Tesoro en pesos no se contagie a los pesos, lo que dispararía la presión por el contado con liquidación y también la brecha cambiaria. En otras palabras, haría saltar la pax cambiaria que viene intentando para todo el año con un coletazo sobre la recuperación de la actividad y también sobre la inflación, en otras palabras una hiperestanflación.

"Ya estamos en un hiperestanflación con los precios arriba del 50% anual y esto lo agravaría. Básicamente lo que define a la hiperestanflación es que los precios no están acompañados por el nivel de actividad porque tampoco sucede que los mayoristas se armen de stocks y mantengan las fábricas produciendo porque no hay crédito para acumular inventarios, independientemente de la evolución de las ventas. En este contexto, las compras acompañan a las ventas minoristas que están complicadas porque los salarios están estancados y no acompañan la velocidad de cambio de precios", explicó el analista de mercados Francisco Uriburu.