Mercosur

Cumbre de Alberto y Lacalle Pou en Olivos tras los choques por el Mercosur

El gobierno uruguayo quedó solo en el planteo de la flexibilización mientras Argentina y Brasil tiene casi cerrado una rebaja del 10 por ciento de los aranceles.

Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou se verán las caras en una cena en la Quinta de Olivos en el momento de mayor tensión en la relación bilateral entre Argentina y Uruguay. 

La reunión fue gestionada por el canciller uruguayo y amigo de Alberto, Francisco Bustillo, luego del encuentro que mantuvieron ambos en Perú, en el marco de la asunción de Pedro Castillo. 

Uruguay jugó fuerte para flexibilizar el Mercosur y eso fisuró el vínculo de los Gobiernos pero especialmente entre los presidentes, que cuentan con buena relación personal, sobre todo del presidente argentino con el padre de su par uruguayo, Luis Alberto Lacalle, jefe de estado charrúa durante la década del 90.

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El gobierno de Uruguay tuvo dos momentos que generaron tension con Argentina. El primero fue la declaración de Lacalle Pou en la cumbre que celebraba los 30 años del bloque donde calificó al bloque de "Lastre" y Alberto le respondió: "Si no les gusta, busquen otro barco". 

El segundo episodio fue el que protagonizó el canciller Bustillo en la reunión de cancilleres donde anunció, para sorpresas de todos, que su país comenzaría a negociar acuerdos comerciales con otros países en una violación al Tratado de Asunción. Esto generó el disgusto no sólo de Argentina y Paraguay (que han forjado una alianza táctica contra la flexibilización) sino también de Brasil. 

Un hecho que expuso la soledad de Uruguay en este planteo fue la declaración de Pedro Miguel, secretario de Negociaciones Regionales de América en Itamaraty, que dijo que lo de Uruguay fue un "anuncio político" y se despegó de la iniciativa. 

Mientras tanto, Argentina y Brasil avanzaron en la negociación para rebajar el Arancel Externo Común y dejaron aislado a los uruguayos. Fuentes al tanto de estos diálogos confirmaron a LPO que "hay un acuerdo para bajar el 10 por ciento de 75 productos del Mercosur". 

En un primer momento, los de Bolsonaro proponían una reducción de un 20 pero primó la postura argentina. Los productos que aún no llegaron a un acuerdo son del rubro textil, juguetes y autos que Casa Rosada considera que puede generar un impacto negativo para la industria nacional.  

Un hecho que expuso la soledad de Uruguay en este planteo fue la declaración de Pedro Miguel, secretario de Negociaciones Regionales de América en Itamaraty, que dijo que lo de Uruguay fue un "anuncio político" y se despegó de la iniciativa.

Al margen de las coincidencias ideológicas entre Bolsonaro y Lacalle Pou, Brasil no está interesado en tensar al máximo con Argentina por el tema arancelario ni está de acuerdo con que el ingreso de productos chino en la frontera con Uruguay, ya que, el objetivo principal de la flexibilización uruguaya es para cerrar con China.

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Otro de los temas de agenda serán la apertura de fronteras a raíz de la pandemia de covid-19, el turismo,  obras de infraestructura y el préstamo de un radar que la empresa argentina Invap le hará llegar a Montevideo. 

Los comensales de Olivos confían que luego de la cena, las tensiones se aliviarán y el Mercosur podrá enfocarse más en las coincidencias que en las diferencias.