En medio de la tercera ola, AMLO impulsa una consulta popular para enjuiciar a ex presidentes
México realizará este domingo una particular consulta popular para decidir si expresidentes del país podrían ser juzgados por delitos de corrupción cometidos durante sus mandatos. Una jugada personal de López Obrador, que es analizada como un intento de retomar el control de la agenda pública en medio de las críticas por el surgimiento de una nueva ola de contagios y muertes por coronavirus.
Los jefes de estado involucrados en el referéndum son los que López Obrador denomina los ex presidentes del "período neoliberal" Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Se trata de una propuesta de campaña de AMLO que busca darle forma a la narrativa anti-corrupción con el que viene llevando su sexenio de gobierno y un estilo orientado a plebiscitar algunas acciones de su gestión. Sin ir más lejos, el año que viene el presidente de México someterá su mandato a un referéndum revocatorio.
En esta ocasión, la pregunta que aparecerá en la boleta será la siguiente: "¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?".
El interrogante fue modificado por la Corte Suprema, ya que, la propuesta original incluía los nombres de los presidentes y fue considerado inconstitucional.
Enrique Peña Nieto.
La consulta requiere de la participación del 40 por ciento del padrón, el equivalente 37.5 millones de personas, para que la consulta sea vinculante.
En conferencias pasadas AMLO ha dicho los motivos por los que cree que podrían entrar a juicios sus antecesores. En el caso de Carlos Salinas de Gortari (PRI) dice que porque "entregó todos los bienes de la Nación a sus allegados".
En tanto que a Zedillo (PRI) lo ha responsabilizado por llevar a cabo el Fobaproa, que fue el rescate a los bancos a costa de la deuda pública. En lo que refiere a los sexenios del PAN, a Fox lo acusa de "engañar al pueblo y ser un traidor a la democracia", ya que, lo responsabiliza de fraude electoral, para que ganara su sucesor panista Felipe Calderón y al propio Calderón, lo acusó por desatar la guerra contra el narco: "Hubo más muertos que detenidos".
Por último, en relación a Peña Nieto (PRI), considera que podría ser juzgado por actos de corrupción a sobreprecios con Odebrecht o el de la estafa maestra que contempla una "pérdida" de 450 millones de dólares de dinero público.
La investigación encontró que se asignaron contratos de forma irregular para la realización de servicios en al menos once dependencias como las secretarías de Desarrollo Social, Comunicaciones y Transportes, el Banco Nacional de Obras o Petróleos Mexicanos.
El ex presidente panista Felipe Calderón.
Recientemente, cuando salió a flote el caso de espionaje electrónico Pegasus que involucra a los gobiernos Calderón y Peña Nieto. El Gobierno mexicano entregó a la Fiscalía General de la República (FGR) 31 contratos firmados con empresas vinculadas con la firma israelí NSO Group, por unos 61 millones de dólares, para comprar equipo de espionaje como el malware Pegasus, usado para intervenir teléfonos celulares de líderes opositores y activistas de la sociedad civil. AMLO dijo que debería considerarse en la consulta.
El almirante detrás de Pegasus
Desde Morena (el partido de gobierno) reconocen que es muy difícil llegar a una participación del 40% del electorado -México tiene porcentajes bajos de participación-, pero Lopez Obrador aprovecha la polémica para criticar al Instituto Nacional Electoral, a quien acusa de no difundir la convocatoria.
Las organizaciones cercanas a AMLO denunciaron que la autoridad electoral presentó obstáculos al presupuesto destinado al acto eleccionario y redujo la cifra de lugares de votación.
En México están seguros que si se impone la propuesta, este lunes AMLO celebrará la victoria del SI aunque no logre superar el umbral para convertirla en vinculante. Distintos analistas creen que se trató de una jugada para retomar la agenda frente al avance de la tercera ola, la situación económicas y las propias internas de su partido que disputa la sucesión en 2024.