Vaticano

Exclusivo: el Papa intensifica sus contactos con Pelosi y espera su llegada como embajadora de Biden

La presidente de la Cámara de Representantes dejará su cargo en 2022. Los frentes internos en el Vaticano.

Se están intensificando los contactos entre el Vaticano y la titular de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. 

Según pudo conocer LPO, el Papa Francisco ya le transmitió a la política de California que vería con buenos ojos su designación como embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede en 2022, cuando concluya el mandato de Pelosi en la Cámara.

Pelosi ha dicho públicamente que este mandato de dos años es el último para ella como titular de la Cámara de Representantes. Esa definición es un rasgo de época y que confirma que a Pelosi cada vez se le hace más difícil conseguir los apoyos de los grupos más radicales del Partido Demócrata, congresistas que ven a la presidente de la Cámara como un miembro ineludible del establishment del partido. 

Pelosi ha dicho públicamente que este mandato de dos años es el último para ella como titular de la Cámara de Representantes

El crecimiento de esos grupos complicaría un nuevo mandato, aún en caso de un triunfo en la intermedia del 2022. En el caso de una derrota, su posición de coordinadora de la minoría sería todavía más incómoda porque se la responsabilizará por haber perdido la Cámara a manos de los republicanos.

Ante ese tablero Roma es un salvoconducto de alto handicap. Pelosi, igual que Joe Biden, es católica. Además, para ser embajadora ante la Santa Sede requerirá un aval del Senado en Washington que le hará más fácil un eventual regreso al gabinete si es que los demócratas retienen la Casa Blanca.

Igual que otros demócratas de buena llegada al Vaticano, Pelosi suscribe la idea de que hay fuerzas ultraconservadoras que amenazan el papado de Jorge Bergoglio, dentro y fuera de la Iglesia Católica. Cree que su llegada como embajadora, siendo una política de alto rango en Estados Unidos, fortalece la posición de Francisco.

En privado Pelosi habla de múltiples adversarios internos para Bergoglio como los arzobispos de África y China y en Europa el cardenal Gerhard Muller. De momento no revela que ese panorama proviene de sus conversaciones con los emisarios del Papa.