Asumió Pedro Castillo en Perú: "Defenderemos la propiedad privada y no vamos a estatizar"
El presidente electo de Perú, Pedro Castillo, asumió la presidencia de Perú en una ceremonia formal realizada en el Congreso. La asunción fue junto a la nueva presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, del partido opositor, Acción Popular.
En la juramentación, Castillo prometió reformar la Constitución para "darle forma a un gobierno del pueblo y para el pueblo". Para esto, el jefe de estado se enfrenta a un problema de mayorías parlamentarias, ya que, el partido oficialista Perú Libre y sus aliados sus 42 bancadas contra 43 del bloque opositor.
Para poder reformar la Carta Magna, Castillo deberá seducir a más de 40 diputados que no están encuadrados ni con el oficialismo ni con la oposición.
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Con un discurso crítico de los gobiernos anteriores y con un fuerte contenido social, el presidente electo destacó su condición de maestro rural y se definió como el defensor del "Perú profundo".
Otro dilema con que se enfrenta Castillo es la conformación del gabinete. Aquí existen dos sectores, por un lado, el del líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, que quiere reformas más profundas en términos sociales y económicos, y el de Verónika Mendoza y el economista Pedro Francke, que sostienen posiciones más técnicas y no están de acuerdo con un intervencionismo del Estado en el mercado.
El gabinete estaba previsto que asuma esta tarde pero la falta de acuerdo obligó a reprogramarla para mañana por la tarde. Según pudo saber LPO, aún hay resistencias de parte del ala dura del partido a la hora de sumar figuras moderadas.
En ese sentido, el presidente ensayó un equilibrio discursivo y dijo que "defendemos la propiedad privada pero poniendo por delante los intereses de la nación. Queremos construir un país mas prospero y justo, con distribución equitativa de la riqueza".
"No pretendemos estatizar ni implementar controles de cambio, queremos orden y previsibilidad en el marco de la legalidad pero que la familias no sean estafadas", agregó.
Otro anuncio que generó ruido entre los sectores progresistas del nuevo Gobierno peruano fue el ultimatum para que "los extranjeros que delinquen se vayan del país" y el servicio milita obligatorio para los jóvenes que no trabajen ni estudian en un gesto fuerte hacia las Fuerzas Armadas que podrían ser el contrapeso ante un eventual intento de juicio político en un Congreso con mayoría opositora.
Del acto participaron los presidentes de Ecuador, Guillermo Lasso, de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Iván Duque y Alberto Fernández. También el Rey Felipe VI de España, así como los vicepresidentes de Paraguay, Hugo Velázquez, y de Brasil, Hamilton Mourao.