Opinión

No va más

El sábado 24 de julio con la presentación de las listas se cerró la temporada de sorpresas: se conocen los nombres que competirán por ingresar al congreso nacional y a las legislaturas provinciales. La elección aparece llena de interrogantes, pero ya están los actores que protagonizarán la campaña.

El grito icónico del crupier es, al mismo tiempo, el punto final de las especulaciones. Los distintos jugadores, con capacidades muy disimiles entre sí rodean la mesa y cada uno determina qué es lo que pondrá en juego y cuál será la mejor estrategia para conservar sus fichas y multiplicarlas.

El sábado 24 de julio con la presentación de las listas se cerró la temporada de sorpresas: se conocen los nombres que competirán por ingresar al congreso nacional y a las legislaturas provinciales. La elección aparece llena de interrogantes, pero ya están los actores que protagonizarán la campaña.

El Frente de Todos consiguió, contra lo que muchos auguraban, evitar las internas en casi todos los distritos. Más allá de los pocos lugares donde habrá distintas listas en nombre de la coalición oficial, lo cierto es que el loteo de cargos que ya es una tradición en el Frente no está exento de crisis y de fuertes disputas, con sus correspondientes heridos.

Mejor que prometer es realizar

La gran incógnita pasaba por el peso que tendría el presidente en colocar allegados políticos suyos en lugares expectables. Aunque continúe negando rotundamente su voluntad de construir el albertismo, estos primeros dos años de gestión le sirvieron para aprender que no se puede gobernar sin voceros propios en el poder legislativo. 

El Frente de Todos consiguió, contra lo que muchos auguraban, evitar las internas en casi todos los distritos.

Contrariamente a lo que nos dice la intuición, algunos analistas marcaron que el verdadero poder de Alberto Fernández se notaría si era capaz de evitar que los funcionarios de su riñón sean candidatos. La razón es evidente: cualquier puesto que quedara vacante sería ocupado por otro sector de la coalición, manifestando una mayor colonización del gabinete.

Con las listas cerradas sabemos que eso se cumplió a medias. Si bien el presidente logró sostener a su jefe de gabinete en el cargo, no pudo hacer lo mismo con Daniel Arroyo, el titular de Desarrollo social que es uno de los pocos ministros cercanos que le quedaban. A menos de un año de que Cristina disparara su "funcionarios que no funcionan" casi la totalidad de los apuntados fueron relevados de sus cargos y los tironeos en torno a cómo se armará el gabinete para la segunda mitad de mandato no cesan.

 El segundo semestre de Alberto

Por el lado de la oposición la confirmación de las listas estuvo lejos de ser un lecho de rosas. La interna en la Provincia de Buenos Aires promete ser muy competitiva entre Santilli, el candidato de Larreta en su primera aventura nacional y Manes, que busca rejuvenecer a una UCR con olor a naftalina. Juntos por el cambio apelará a las PASO en 17 provincias para dirimir sus candidatos en noviembre, una expresión clara de que se trata de quién se hará cargo del liderar el espacio, antes que de las bancas que se puedan conseguir.

La idea de que ambos frentes podrán conseguir un caudal de votos suficiente para marginar al resto de los espacios está más en duda que nunca. Ocurre que, como señalamos en esta columna, la economía se ha convertido en un tema tabú, y no es para menos. Las condiciones de vida de la población han empeorado notoriamente producto del empeoramiento de los índices de empleo, de consumo, de salarios y de jubilaciones especialmente cuando se los compara con precios que no detienen su escalada.

En este contexto es que aumenta la preocupación a ambos lados de la grieta por la pérdida de votos que pueden sufrir tanto por izquierda como por derecha. Aquellos sectores que impugnan el régimen político tienen una aceptación creciente entre los sectores populares que más sufrieron las consecuencias económicas de la pandemia, pero que ya venían siendo golpeados desde mucho antes. 

Las condiciones de vida de la población han empeorado notoriamente producto del empeoramiento de los índices de empleo, de consumo, de salarios y de jubilaciones especialmente cuando se los compara con precios que no detienen su escalada.

La batería de medidas con las que el gobierno se plantea recuperar la confianza de este sector parece insuficiente, sobre todo si se la compara con lo implementado en materia de ganancias o de monotributo. En el conurbano bonaerense se refleja con especial crudeza un fenómeno que recorre el país: el crecimiento de la indigencia y de la pobreza, de decenas de miles de personas que perdieron sus puestos de trabajo y que no son alcanzados por lo que se anunció hasta ahora.

Mientras las políticas se orientan hacia una porción cada vez menos representativa (el Banco Mundial mostró que 1,7 millones de personas abandonaron la clase media durante el último año y medio) pareciera repetirse la subestimación que se hizo el año pasado respecto de cuántas personas cobrarían la IFE, un error que le salió muy caro a Vanoli, que terminó eyectado de ANSES y luego a Arroyo, quien pierde el puesto por no dar respuestas a un universo altamente vulnerable.

El tema tabú

De todas maneras, la política de aumento del gasto fiscal contrasta con la primera definición económica de la vicepresidenta en campaña. En el acto en que se presentaron los candidatos dio una primicia acerca del uso de los Derechos Especiales de Giro (DEG) que son dólares frescos que envía el Fondo: serán utilizados para pagarle al mismo organismo que los envía y no para fines sociales que proponía el bloque de senadores que ella conduce.

Esta definición se da en medio de un nuevo aumento del dólar blue, de crecimiento de la brecha y de zozobra sobre el verdadero poder de fuego del Banco Central. La búsqueda de llegar al acuerdo con el FMI se acelera en la medida en que el futuro de Martin Guzmán es cuestionado por los principales accionistas del FdT.

La bola ya está girando alrededor de la ruleta y hay apuestas de todo tipo, los que se juegan un pleno en la elección y los que se guardaron las fichas para la próxima ronda. En cuanto abandone su incesante recorrido y se pose sobre un número sabremos quienes son los principales ganadores y perdedores de esta contienda. Todavía la suerte no está echada.