Entrevista

"Alberto hizo un movimiento de vuelta al extremo"

LPO entrevistó a Santilli a horas del cierre de listas. Habló de Macri, de Manes y de Vidal.

En la puerta de un café a metros de la peatonal de San Martín, en pleno Conurbano bonaerense, una señora le dice a Diego Santilli que no parece tan colorado.

La apreciación capilar se da horas después de que el vicejefe porteño presentara la renuncia para anotarse como primer candidato diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Y es una reacción directa a la campaña del pelo que lanzó todo el PRO en simultáneo para mostrar unidad luego de semanas de tensión pocas veces hecha pública en el partido creado por Mauricio Macri.

Mientras contesta llamados y mensajes por el cierre de listas, Santilli rechaza hablar de parricidio pero admite que la gente le pide por Horacio Rodríguez Larreta.

Es vicejefe porteño hace seis años pero ahora va de candidato en la provincia. ¿Cómo les explica eso a los bonaerenses?

Primero porque yo creo en los proyectos colectivos. Segundo porque yo viví muchos años en la provincia de Buenos Aires. De hecho mis hijos se siguen criando allí, van al colegio en Malvinas, viven en Pilar. Entonces para mí tiene que ver con qué vamos a hacer en la provincia, cómo vamos a reconstituir o transformar la provincia de Buenos Aires con tanto dolor, con tanta bronca que se siente en la calle. Con la inseguridad que la ves, con los narcos que avanzan en los barrios más humildes, con la falta de trabajo, con un Gobierno que está lejos de la gente, no está cerca. 

Entonces la gente está pidiendo a gritos que la escuchen. Las discusiones de las candidaturas, de la política, no son los temas de la gente, que son la inseguridad, la falta de trabajo, que no te alcanza para llegar a fin de mes, que tus hijos vayan a la escuela. Es destruir el futuro de los chicos. Esos son los temas de la gente. Voy a defender esos temas, voy a laburar y poner el cuerpo, caminar, escuchar, recorrer.

¿Cree que los bonaerenses le van a pasar factura por ser funcionario porteño y después candidato bonaerense? ¿O ya es una constante, que cuatro gobernadores seguidos se crucen y no pase nada?

La gente no me dice eso cuando la veo en la calle. Me dice "¿Venís? Dale, te cuento, necesitamos esto, tenés que estar, no aflojés". Es más una discusión de la política esa, no de la gente.

Me decía que la gente no está con el tema de las candidaturas. ¿Se estiró mucho la pelea de las listas? El PRO siempre estuvo relativamente ordenado y esta vez tuvo bastantes enfrentamientos públicos.

Es verdad que hubo tensión y siempre la hay cuando hay momento electoral. Recordemos 2015, cuando los miembros fundadores hacen la primaria, el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica, lo mismo la discusión en la Ciudad de Buenos Aires entre Gabriela y Horacio. Nuestro espacio tiene esa tendencia a la primaria, y es sano, y es bueno y suma. Pero es más una discusión política que de la gente.

¿Qué faltó para acordar con Manes?

Yo creo que el radicalismo encontró un candidato y dijo "compitamos". Para mí es eso, no es que faltó o no faltó.

¿Por qué diría que usted es mejor candidato que él?

Porque siento que tengo la capacidad de escuchar a la gente, de entenderla, de confiar en el trabajo de ellos, de representarlos, porque todo lo que hice en mi vida lo hice con pasión, con decisión y porque enfrento los problemas, voy para adelante y los resuelvo. Entonces yo creo que esa condición es lo que se está buscando, alguien que les resuelva los problemas, alguien que los cuide, que los proteja.

Toda mi vida dije que la General Paz y el Riachuelo no separan lo que la gente une 

Se habló mucho de la palabra parricidio, de que Larreta tenía que matar al padre político para ser el candidato en 2023. ¿Ve como un parricidio el corrimiento de Macri?

De ninguna manera. Nosotros somos un espacio grande y diverso, con un tipo como Mauricio que vio crecer a muchos dirigentes como Horacio, María Eugenia, Gabriela y muchos otros más. Nos permitió crecer y lo que está haciendo ahora es lo mismo, podemos ver dirigentes en todo el país, permitirles jugar, competir.

¿Qué rol cree que tiene que tener Macri de ahora en más, tanto en la campaña como en la política?

De acompañar, sostener, ayudar. Tiene la experiencia de haber sido presidente. Haber formado un proyecto como un partido vecinal en la Ciudad y tenemos 21 distritos en los que estamos compitiendo con mucho volumen y unidad. Vamos a crecer en senadores, vamos a tratar de hacer la mejor elección en diputados, en todo el país. Es un espacio que sigue creciendo.

¿El candidato igual es Larreta para 2023?

Hablar de 2023 me parece un poquito fuerte. Estamos muy adelante. Ahora, si me preguntás a mí, yo valoro y creo que es uno de los mejores dirigentes, es el único gobernador PRO que tenemos, y que sigue vigente y está muy bien con la sociedad. Yo vengo de caminar San Martín, la gente me decía "bien vos con el Pelado". Eso repercute, se nota en todo el país.

Consiguió la foto con Jorge Macri, que se demoró, pero él antes dijo cosas como que usted no tenía domicilio en provincia, tiró bastante pimienta. ¿Cree que se podría haber evitado?

Yo creo que son las tensiones lógicas de las previas a los cierres. Yo tengo buena relación con Jorge, de muchos años, empezamos juntos hace muchos años y no es más que eso. Yo viví más de 10 años de mi vida en mi Pilar, pasé toda mi infancia en Mercedes, así que imagínate si tengo conocimiento.

Emilio Monzó terminó en la lista de Manes. ¿Cómo lo vive usted que es su amigo hace décadas, lo sintió como una traición?

No, me hubiera gustado que esté con nosotros. Pero somos grandes y las decisiones cada uno las puede tomar.

¿Lo ve acompañando después si pierde?

Todos tenemos que acompañar, sea el resultado que sea, si no le hacemos el caldo gordo al kirchnerismo. Acá lo que se trata es que el que gana lidera y el que pierde tiene que acompañar. Competir sanamente, moverse.

Los "halcones" del PRO dicen que el kirchnerismo está a siete diputados de Venezuela. ¿Usted piensa así?

Son dos cosas distintas. ¿Qué es Venezuela? Lo que no tiene que pasarnos nunca, las largas filas para conseguir un medicamente, las largas filas para conseguir alimentos. Grupos paramilitares, la no democracia, la no libertad de expresión. 50 homicidios cada 100 mil habitantes, Caracas. Es lo que no queremos, lo que no deseamos. Nosotros no queremos ser Venezuela. Ahora después la discusión es, si estamos a siete diputados...Yo creo que la sociedad argentina no quiere ser Venezuela, que es otra cosa.

Por la pandemia le tocó trabajar muy cerca de Alberto Fernández por bastante tiempo. ¿Lo ve queriendo ser Maduro?

Los argentinos no queremos ser nada, terminemos con esa discusión. Si me preguntás por el presidente, creo que hubo unos primeros meses, desde que él asumió hasta julio de 2020 donde había un diálogo con todos los gobernadores, los intendentes, todos intentando primero si podíamos sacar el país adelante. Después cuando vino la pandemia, un diálogo para ver con qué nos estábamos enfrentando. El mundo, los científicos, los médicos, epidemiólogos estaban tratando de entender cómo se resolvía. 

Lo que veo en la calle es mucho dolor, tristeza;  no nos tenemos que resignar 

Después ya entrando junio-julio empezaron las discusiones sobre que los comerciantes necesitan laburar, hay que abrir las persianas de los comercios. Ahí fue donde empezamos con Horacio con un plan de la puerta hacia afuera, para darle laburo porque tenían que llevar el pan a su casa. 

Ahí Alberto, el presidente, empezó como un movimiento de vuelta al extremo. Lo lamento, porque para mí lo que había que hacer era continuar con el sendero del diálogo, encontrar juntos un acuerdo a pesar de la diversidad, porque nosotros pensamos distinto, pero tenemos que pensar igual a la hora de generar trabajo, de luchar contra la pobreza, de luchar contra los narcos, a la hora de que los chicos estén en las escuelas. Ahí tenemos que pensar igual, no podemos pensar distinto. Yo creo que a los presos no hay que liberarlos.

Va a ser candidato en el distrito de Kicillof. ¿Cómo encuentra la provincia?

A la provincia le faltan muchas cosas desde hace mucho tiempo. Ahora están mucho más agravadas. La economía de Argentina cayó 10 puntos, tiene 6 de cada 10 chicos pobres, en el último año perdió 90.700 comercios, 41.200 pymes, 200.000 argentinos se quedaron sin laburo. Mucho peor.

¿Cómo ve la gestión de Kicillof?

La veo lejana a los vecinos y de los ciudadanos, lo veo que con una distancia enorme. Y hoy el bonaerense, el argentino te pide "estate cerca, ayudame, comprendeme, escuchame". Yo lo veo más imponiendo, más retando, gritando y que si no le salen las cosas le echa la culpa a otro.

¿Vidal tuvo mejor gestión que Kicillof?

María Eugenia tuvo muy buenos dos primeros años, donde empujaba, luchaba contra el crimen, contra las mafias, contra los narcos, destruían los búnkeres, hicieron que retrocedan los narcos en los barrios más vulnerables, la seguridad mejoró. Y después los segundos dos años la economía la arrastró. Para mí el conflicto docente tan largo no fue bueno. Son dos temas que me parece que se le complicaron.

Vidal primero fue vicejefa porteña, después gobernadora y ahora vuelve a la Ciudad. ¿Cree que los vecinos tampoco van a pasar factura?

Yo toda mi vida dije que la General Paz y el Riachuelo no separan lo que la gente une. Lo dije desde el primer día. En la Ciudad de Buenos Aires gran parte de la atención de los hospitales son a vecinos de la provincia, todos los días la gente va a trabajar, 3,5 millones de personas entran todos los días a laburar, a los hospitales, a desarrollar actividades. Está muy integrado, no es una discusión de domicilios, es una discusión de quién resuelve los temas, de quién trabaja.

¿Qué país queda después de la pandemia?

Yo lo que veo en la calle es mucho dolor, tristeza. No nos tenemos que resignar a convivir con la droga, a convivir con la inseguridad, con la falta de laburo, con la pobreza. Argentina tiene que despertarse, tiene que salir y tenemos que tratar de unirnos para ir adelante. Los problemas de la gente no es la discusión política que se escucha en algunos medios, son los que mencioné antes: la falta de laburo, que las cosas estén cada vez más caras. 50 por ciento de inflación proyectada es que antes podías comprar dos panes y ahora comprás uno. 

Entonces me parece que tenemos que poder encauzar esto y va a requerir de mucho esfuerzo, de salir de la grieta, de encontrar acuerdos básicos, de poner el cuerpo, de hacerse cargo, de abordar lo que a la gente le importa, no cualquier cosa. A la gente le importa vivir más segura, poder tomar el bondi a las 5 de la mañana. En Fiorito, Diamante, me decían "a las 5 de la mañana salen de este pasillo a robarme". Ese es el laburante, se levanta a las 5 de la mañana. La seguridad no es ideológica, la seguridad es libertad, poder ir de casa al trabajo, del trabajo a casa sin tener miedo a que nos pase algo. Tenemos que poder hacer eso, tenemos que poder vivir mejor. Y eso lo tenemos que hacer entre todos. Yo voy a dar la pelea, voy a poner el cuerpo.