Diputados

El Gobierno suma presión a Schiaretti para sancionar la ley de los superpoderes

Tras la oportuna ayuda médica, intentan que sus diputados habiliten la norma para regular las cuarentenas. El protocolo de sesiones remotas, el arma de Cambiemos.

El oficialismo impuso este jueves su mayoría en la bicameral de trámite legislativo, presidida por el diputado Marcos Cleri, y dictaminó el último decreto de Alberto Fernández para definir restricciones por el Covid 19, con la esperanza de no volver a necesitar ese trámite y reglamentar las futuras cuarentenas con la ley aprobada en el Senado, por ahora cajoneada en Diputados. 

El DNU vence el viernes 25 de junio y la expectativa del Gobierno, según supo LPO, es alcanzar la próxima semana la mayoría en la Cámara baja para aprobar la ley que haga estéril su renovación con la ayuda de los cuatro cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti, dirigidos por su confidente Carlos Gutiérrez. 

Cambiemos está en contra de ese proyecto y si no se trata el martes podría bloquearlo negándose a renovar el protocolo de sesiones remotas, que vence al día siguiente y sin el cual sólo se podría sesionar con todos los diputados sentados en sus bancas. El que está vigente permite votar por zoom a los que sean de riesgo, por edad o enfermedad preexistente. El schiarettismo miró de reojo el desembarco de Wado y Vizzoti en Córdoba

Córdoba atraviesa el mayor brote de contagios de Covid 19 y, como gesto, este miércoles el Gobierno le envió una onerosa ayuda médica, que incluyó 10 respiradores, 124.800 dosis de vacuna contra Covid-19, 28.800 test de antígenos y 18.800 barbijos y equipos de protección personal.

La acercaron el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro; su par de Salud, Carla Vizzotti y la directora Ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich. El gobernador no los recibió y envió en su lugar al vice Manuel Calvo.

Aún así, los diputados cordobeses están decididos a votar en contra, pero el oficialismo negocia que ayuden con el quórum y garanticen la sanción con su abstención. Sería posible porque Cambiemos tendría varias bajas por licencia, como la de la radical correntina Estela Regidor, acusada de retener sueldos de sus asesores.

Fuentes cercanas al bloque cordobés confirmaron a LPO que no descartan habilitar la votación y que fue una opción considerada la semana pasada, pero las negociaciones se frustraron al final. 

El dictamen de la ley fue firmado por el oficialismo recién el jueves a la mañana, con la sesión convocada para unas horas más tarde con temas de acuerdo como el consenso fiscal entre Nación y provincias. 

El reglamento permitía incorporarlo al temario de varias formas, pero las gestiones no estaban avanzadas como para forzarlo y Cambiemos redobló la apuesta con una puesta en escena del jefe del bloque Mario Negri en el salón de pasos perdidos. 

Los cordobeses están decididos a votar en contra, pero el oficialismo negocia que ayuden con el quórum y garanticen la sanción con su abstención. Sería posible porque Cambiemos tendría varias bajas por licencia, como la de la radical chaqueña Estela Regidor, acusada de retener sueldos de sus asesores.

También podrían ayudar con el quórum algunos de sus socios del interbloque federal, como los tres diputados ligados a Roberto Lavagna. Una es Graciela Camaño, que en el debate en comisión firmó un dictamen de minoría y no se sumó al de rechazo de Cambiemos. 

Eduardo "Bali" Bucca, coordinador de esa bancada, podría votar a favor junto al salteño Andrés Zottos. El oficialismo y sus aliados de Unidad federal, el bloque de Ramón, suman 123, más la eventual ayuda de Sergio Massa, a seis de la mayoría propia para abrir la sesión y votar. 

La neuquina Alma Sapag y los monobloques Antonio Carambia (Santa Cruz) y Felipe Álvarez (La Rioja), migrados de Cambiemos, son siempre una opción. Pero el aporte de los cordobeses es la única garantía de éxito. 

Atentos a su poderío, los diputados schiarettistas y lavagnistas unificaron un discurso de rechazo al proyecto del Gobierno, que consiste en pedir en su reemplazo un pacto federal para que cada Provincia opte por aceptar o no los parámetros epidemiológicos fijados desde la Rosada y en tal caso someterlos a sus legislaturas. 

El Gobierno no podría aceptar esa propuesta porque Axel Kicillof no controla el Senado de la provincia de Buenos Aires. Todavía más lejos de dominar su parlamento está su colega santafesino Omar Perotti. 

El pacto federal también es una propuesta alternativa de Cambiemos y la funda en que no es posible que el presidente tenga facultades especiales para definir sobre atribuciones de las provincias, como la salud y la educación, porque en ese caso contaría con "superpoderes". Entienden que esa atribución colisionaría con el fallo de la Corte que le permitió a Larreta abrir las escuelas cuando un decreto nacional lo prohibía. 

La ley es similar al último DNU de Alberto, que caduca el viernes próximo. Establece un "semáforo epidemiológico", que combina la evolución de los contagios de la última quincena, denominada tasa de incidencia acumulada. A medida que los contagios crecen, las restricciones son mayores. 

Con esos parámetros se definen zonas de bajo, medio y alto riesgo epidemiológicos. Y de alarma, con 500 casos cada 100 mil habitantes y tendencia creciente, indicador que endurece las medidas de confinamiento y obliga a cerrar las escuelas. Hace 15 días no había ciudad grande o conglomerado del país que no alcanzara esas cifras. 

En Cambiemos están dispuestos a combatir para que no haya ley. "Las disposiciones locales no las puede dictar el presidente sino las autoridades locales. Los gobernadores, lo que menos necesitan, es que el Gobierno los autorice. Es el colmo del antifederalismo", sostuvo el diputado del PRO Pablo Tonelli, durante la bicameral de trámite legislativo, encargada de definir si los decretos firmados por el presidente cumple con los principios de "necesidad y urgencia".  

"No se va en contra del federalismo, sino que se intenta ordenar una estrategia sanitaria central. Tiene que ver con las facultades propias que establece nuestra Constitución, concurrentes de la Nación y de las provincias", respondió la diputada oficialista Carolina Gaillard. 

Los decretos sólo pueden ser anulados si las dos cámaras así lo definen, imposible con la mayoría oficialista del Senado controlada por Cristina Kirchner. Por eso la oposición ni siquiera se molesta en pedir su tratamiento en alguno de los recintos.

Las negociaciones se acelerarán desde este fin de semana, cuando Sergio Massa regrese de su gira en Estados Unidos. Otros proyectos para tratar son el alivio fiscal a los monotributistas y las exenciones a las inversiones financieras en pesos, despachados en comisión este jueves por unanimidad. 

Y está pendiente el marco regulatorio a la producción de biocombustibles, con dictamen de comisión, pero con negociaciones para modificarlo, entre otras cosas, pera mejorar las condiciones de los productores de bioetanol a base de maíz, en su mayoría residentes en Córdoba. Es otra de la gestiones de estos días.